Aquí estoy, otra vez. Si lo de esta mañana ha sabido a poco, he aquí un post más, para deleite de vosotros, mis lectores, que apenas hay. Aquí, no voy a escribir nada especial, pero llevo un total de diez entradas, y hay que celebrarlo. Cuando tenga cien, se celebrará aún más. En esta hora, hace un calor tremendo, y se nota, aunque la mañana empezó fría, pero agradable, dependiendo del tipo de Sol que se precie. No estoy para contar intimidades, que de eso ya hay demasiado en la prensa basura y la telebasura del corazón, que provoca más de una parada respiratoria al sector más culto de los intelectuales y artistas y artesanos. Hay individuos, que no merecen el apelativo de artistas. Aunque hay fallos en la vida, y en este blog, que ya me están distrayendo de esta sana celebración de la inanidad, o de la estulticia, según se mire. Consultaré al Mago Martin-Martin la catársis por la que está pasando este blog que, de seguro, se trata de algún movimiento de una entidad que desconozco, y quizás se trate de que dicha entidad sea secreta e institucional. Pero buen, es la entrada 11, y digo: ¡Adelante! Y como lo escuché, yo adelanté. No hubo bajas, ni muertos, ni bicicletas, menos mal; mucho bien.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años