Entradas Universales

sábado, 30 de junio de 2012

Otro repaso

Bueno, otro mes más. El balance es que no ha habido balance. He intentado publicar con menor o mayor suerte, algún que otro consejo para escribir, y no tener miedo al folio en blanco. También para avanzar en las etiquetas, que tengo muchas abandonadas.
He disfrutado escribiéndolas. Los meses, al parecer, este año, se han vuelto monográficos. También tengo la esperanza de no haber aburrido.

viernes, 29 de junio de 2012

Cuadernos y borradores

No importa cómo estén diseñados los cuadernos. Son materiales válidos para la escritura. Incluso se pueden crear artesanalmente. Por suerte, ahí están las librerias y las papelerías. En especial, estas últimas. De todas maneras, algún día, fotografiaré unos cuadernitos de mi cosecha, y que me las he ingeniado para volverlos presentables.
Como guardianes de nuestros deseos y pensamientos, el cuaderno es esencial a la hora de tomar notas y escribir. Si se te ocurre un inicio de cuento, o un borrador de un cuento, escríbelo. Ya quedará tiempo para corregirlo. Es más importante captar la idea general, que luego, con las indicaciones de los demás, más adelante, perfilen la forma del mismo cuento. Por otra parte, no puedo decidir que yo sea el indicado para guiaros en vuestro destino de escritor. No lo soy. Esto es un apunte.
Es posible que yo sólo sea un Buscador. Los cuadernos de los Buscadores, siempre a mano, sirven para guardar ideas, cuando ya se han agotado todas.
Merecen una entrada aparte. Con ideas no se escriben narraciones. Las narraciones no son una serie de ideas, sino que son las ideas desarrolladas. En un cuaderno puedes anotar una idea para cualquier escrito, pero esta idea no puede caminar, carece de miembros y, desde luego, no es vertebrada. Mucho me temo que esa idea has de arrastrarla al escrito, sea cuento o novela, y empezar a ofrecerle vida y las diversas partes del cuerpo que necesita.
De ahí que un cuaderno sólo haga las veces de silla de ruedas de las ideas. Y  muchas anotaciones no suelen ser completas. ¡Adelante, pues!

jueves, 28 de junio de 2012

Compañero portátil

Tanto un cuaderno como un portátil son buenos compañeros de viaje y de compañía. No quita que sean muy diferentes, pero para escribir, sirven ambos para el mismo cometido. La imagen parece surrealista, pero, para mí, es alegórica.
Sirve un cuaderno como teclado, o el teclado es el cuaderno. No hay duda de que el artista es original. Pero, sin duda, tanto el ordenador como el cuaderno sirven para guardar información, tomar apuntes y, lo más importante: escribir.

miércoles, 27 de junio de 2012

El verano ya está aquí

En verano se tiene tiempo para casi todo; excepto para soportar el calor. Hay tiempo hasta para escribir los proyectos que se han abandonado temporalmente, y para crear otros nuevos.
Este verano me dedicaré a mi novela corta que, con un poco de suerte, si la finalizo en estos tres meses quizás (y sólo es una hipótesis, no hay nada seguro, desde luego) pueda subirla a la página www.libroteca.net si no me la rechazan, porque es un poco "subidilla de tono" -y ahí, está todo dicho. Naturalmente, me he informado, y primero han de leerla y examinarla. En caso de que no den su visto bueno, no apareceré como autor novel, pues, al parecer, son muy extrictos moralmente.
Tal es su rectitud, que no he hallado las novelas y cuentos del Marqués de Sade, que, a su manera, es un escritor bastante conocido, pero que no se halla entre los clásicos de su catálogo. E informo de que mi novela no la venderé, sino que la dono, y se podrá descargar en esta página, arriba señalada, sin coste adicional ninguno.
Como Hyeronymus, doy fe.

martes, 26 de junio de 2012

Consejos de lectura

Esta nueva entrada es novedosa. En el Club de Lectura de la Biblioteca Gloria Fuertes, nuestro profesor y conductor de la clase, y también escritor y poeta italiano, de la hermosa ciudad de Roma, Valerio Cruciani, nos ha propuesto una serie de libros para leer este verano. A continuación, apunto la lista (naturalmente, la lectura de este espléndido material es voluntaria):

El desierto de los Tártaros-Dino Buzzati
Un soldado austríaco es abandonado en el desierto y ha de sobrevivir hasta que llegan a salvarlo sus compañeros. Esto, por la superficie. Pero es interesante abrir la novela y leerla.

Residuos-Tom McCarthy
Novela americana sobre la sociedad actual y los desperdicios mentales y desequilibrados en los que tenemos que vivir. Es una crítica social a una sociedad poco crítica y que valora demasiado los mercados.

La balsa de piedra-José Saramago
La he leído. Es la hipótesis muy imaginativa del escritor portugués. La Península decide desvincularse de España para mostrar una filosofía que roza lo político y lo filosófico a partes iguales. Recomendable.

Breviario Mediterráneo-Pedrag Matvèjesic
Cioran del Este en donde se dedica a glosar toda suerte de pensamientos sobre la realidad europea y su cercanía.

Muchachos de la calle-Pier Paolo Pasolini
Novela neorrealista sobre una pandilla de jóvenes que muestran sus sueños y vivencias, procedentes de familias humildes y pobres, durante la década de los 50. Imprescindible.

Y ya no hay más. Solamente que paséis un buen verano, pues yo seguiré escribiendo.

lunes, 25 de junio de 2012

Memoria

Desde antaño, los cuadernos, sean de un estilo u otro, son guardianes y archiveros de nuestros conocimientos y de nuestra memoria. En el colegio guardaban las notas y los ejercicios, apuntes pasajeros que ya no servían para el curso siguiente.
Ya en la edad adulta, guardan nuestros pensamientos y apuntes de otro tipo de cursos: los Talleres de Escritura. Las notas sirven. Nunca están de más, porque se trata de perfeccionar el trabajo; ese escrito que tanto nos ha costado redactar, días y días, hasta que, pasando por el tamiz del procesador de textos, se convierte en el pilar básico que nos ofrece su auxilio, "para mejorar el escrito", dicen algunos.
Pero es la memoria la que parece hacer todo el trabajo. Deshacerse de las notas del cuaderno es como deshacerse de una parte de la vida. Ahí reside toda la alquimia experimental de la escritura. Las fórmulas para mejorar, y los errores a evitar.
Un cuaderno jamás nos dejará en la cuneta. Basta ojearlo para comprobar algún dato que se nos ha olvidado, o un esquema para refrescar nuestra propia memoria. La técnica a utilizar, y la mejora de la lengua en la escritura.
La eternidad de los cuadernos no depende de su existencia material, sino de su transformación interna. Una misma idea puede rondar por distintos cuadernos, modificarse y evolucionar de la manera más proteica, hasta dar con la clave de un artículo, alguna historia, o alguna novela.

domingo, 24 de junio de 2012

La necesidad de unos cuadernos

Nos pueden salvar de lo peor. Tener unos cuadernos a mano, para anotar aquello que se necesite, es primordial para escribir. Si encontramos frases de otros libros que quizás podamos utilizar en el futuro, se agradece.
Un cuaderno o muchos atrapan nuestras ideas, y si, en vez de subrayar anotamos, lo escrito nos puede servir (o no, depende) para futuros trabajos. Hay cuadernos que sirven como apoyo cuando se escribe una novela. Se anotan las ideas importantes y las de reserva, y la novela se va escribiendo, al estilo de una "novela en proceso" que más se acerca al arte.
David Lodge suele utilizar un cuaderno cuando esta escribiendo su novela. Toma nota de todo lo que se le ocurre, y sigue una investigación muy concienzuda sobre la escritura. Luego, si la novela da un giro, ya lo sabe. Pero cada uno decide escribir como decida.
Ciertamente, los cuadernos son salvavidas.

sábado, 23 de junio de 2012

Recursos

Hay una cantidad de recursos literarios para escribir. Impuestos por los propios escritores, se tratan de una serie de ejercicios para liberar y controlar nuestra creatividad. También son fórmulas que funcionan para todos, o casi.
Uno de los recursos es observar la realidad para luego reflejar una parte. No es posible reflejarla toda porque es muy compleja y extensa. Las figuras literarias es bueno conocerlas y saber que existen, pero, como las utilizamos de manera automática, tampoco hace falta corregirlas o memorizarlas. La escritura ha de disfrutarse.
Otro recurso, escoger varias palabras al azar y escribir un relato. Bueno, este recurso no lo he utilizado nunca. Quizás, hace unos años, en el Taller; pero, por mi cuenta, me salían relatos absurdos y sin ningún sentido. Mejor que cada uno decida por su cuenta, y si desea escribir una historia, sea novela o relato, que se dedique a investigar y que quiere narrar.
En la escritura hay salidas infinitas para la imaginación. No soy el más indicado, porque esto es un apunte. Si hubiera querido escribir un artículo, primero lo habría escrito a mano, y luego, lo hubiese copiado en la entrada, es decir, pasado a. Pero como suelo ser espontáneo, no dudo de que me perseguirá la Menetérica.

viernes, 22 de junio de 2012

Leer...

Sobre todo, leer. En el Taller nos lo han explicado de la manera más sencilla. Para escribir hay que tener imaginación, y sobre todo, leer.
¡Qué sí! Ciertamente, la imagen que ilustra estas palabras, no es, precisamente, la imagen típica de los libros.
¿Y qué? Son cuadernos. No pasa nada. Como tampoco pasa, porque, los libros, antes de serlo, seánse novelas o ensayos, han sido apuntes, han estado alimentados de notas, en la matriz de la mente del autor, en el interior de su mente, o fuera de ella; con apuntes, con notas, con esbozos (los esbozos, aclaro, son bocetos escritos, casi no tienen que ver con la pintura, pero casi); y que han sido ideas dispersas que sirven, con su alquimia, para la creación de obras:
Algunas, maestras; otras, no tanto. Pero obras, al fin y al cabo. Recordad que el Lazarillo dijo: no hay libro malo que no sea bueno.
Pero leer es básico. Tranquilamente, o a toda velocidad, o con relajamiento. Depende de cada uno de vosotros. Leed como os dé la gana.
El mundo literario no se acaba en la escritura, continua en la lectura, porque vive y se alimenta de esta. Poco importa si lo ha digerido bien. Harold Bloom sostiene que muchas obras maestras se escribieron por malas lecturas. Incluso los grandes, leyeron mal alguna vez.
Pero, un buen lector, necesita leer, igual que un escritor serio necesita leer para disfrutar y documentarse.
De manera que deja de leer este blog, y ponte a leer un libro, o dos, o más.

jueves, 21 de junio de 2012

La Maestra propone

La propuesta de describir a un personaje con ciertas características, y verlo como un relato, es interesante. Por una parte, nos ayuda a encontrarnos, no sólo con la imaginación, sino con nuestro escritor interior, que ha de extraer de la propia experiencia para crear con las pautas que nos ofrecen en el Taller.
Hubo un poco de polémica. Se trataba de una descripción, y eso era aquello que nos habían pedido. Pero llevaba una bomba de racimo: debía ser una historia. A mí, no me pilló de nuevas, porque tengo la manía de describir con historia incluida. No sé si es deformación, o porque quiero llegar más lejos, que es una de mis manías.
Aún así, no soy el más indicado para guiar a nadie. También tengo mis tropiezos, y no deseo que otros tropiecen de la manera más espectacular (con malabares físicos al estilo Batman, por ejemplo); positivo fue, también, que estos ejercicios me liberaron de ciertas reticencias. Disfruté escribiendo-aún restrigiéndome el número de líneas, porque tengo la letra muuuuy pequeña, y, en ocasiones, hasta escribo carácteres chinos sin darme cuenta-; cuando llegó el momento de leer, sentí que habíamos hecho algo. Claro que, yo ansiaba leerlo (vanidad de vanidades...), mas no pudo ser.
He comprendido que escribir en clase es agradable. Siempre lo ha sido. Pero echo de menos los buenos viejos tiempos con Patricia, en donde escribíamos los días de clase, durante media hora. Nos ofrecía soltura, y la imaginación, de tan inmensa que era, salía por los dejes de la puerta del Auditorium.

miércoles, 20 de junio de 2012

Días sin brillo

Hay días en que me pongo a escribir y no suele salirme nada. Ni siquiera a derechas. Es como si ese día uno no estuviera inspirado, o las ideas no salieran tal como se piensan. Y es frustrante; pero no pasa nada.
Tampoco esto es un manual de escritura. Si acaso, mi escasa experiencia cuando escribo. Pero escribir todos los días en el blog no es moco de pavo. Muchas veces, los teman no se dan, hay que buscarlos. Y otras, hay que cazarlos. Vas armado con la mente y cae alguna pieza, que luego reanimas y le otorgas plena libertad.
Pero no siempre es así. En cada momento, en cada lugar, siempre hay algo susceptible de escribir. Susceptible en el sentido de interesante, que merece la pena contar. Y como material me tengo a mí mismo, o a las otras historias que se ocultan en los callejones.
Y escribir cada día, insisto, no es broma. Hay días sin brillo, en donde la escritura se niega a servir al escriba. Es una sensación de incomodidad. De humilde es admitir que no siempre se encuentra uno en un día luminoso. Hay bastantes claroscuros. No siempre es posible escribir de "cualquier tema"; se ha de buscar el concepto que señale ese tema, y hay temas que aburren, porque ya los han escrito, descrito y comentado otros.
La originalidad siempre paga su precio.

martes, 19 de junio de 2012

Afán

Tener afán de escribir no es ninguna tontería. Buscar un tema o alguna idea (pero las ideas, en escritura, se desarrollan, no se pueden vender) para un cuento o una novela no se basa en la poca información que tengamos en ese momento. El afán de escribir no es transitorio (tampoco, transistorio), se necesitan años y años de entrenamiento, porque el mundo no se acaba en la frase. Hay nuevos mundos.
Cada mundo pertenece a una persona distinta, con experiencias diversas. Cada experiencia es rica en recuerdos, sean estos buenos o malos, pero forman parte de nuestra vida. No podemos dejar nada fuera, pero sí rodeándolos. De hecho, el sufrimiento está en alza en el mercado. Somos así, nos regodeamos en el dolor del otro; pero, también, podemos utilizar ese dolor, en la escritura, para construir algo positivo. Literatura.
En la Literatura hay de todo. Es un catálogo que se renueva, y eso que, desde luego, no hay nada nuevo que decir, sino cómo decirlo. De la mejor y original manera posible. 

lunes, 18 de junio de 2012

Investigaciones Literarias, S A

Ningún escritor que se precie debe avergonzarse de investigar para cualquier escrito. De hecho, le sirve para no meter la pata en situaciones que las pasaría muy mal. La investigación no está de más. Es vital.
En mi caso, si tengo que escribir un relato, procuro documentarme e Internet facilita las cosas. También con publicaciones. El escritor se ha de convertir en un detective literario, buscar aquello que necesita, y plasmar, no toda la información, sino parte, en el cuento o relato. Por otra parte, investigar es fascinante, porque el escritor encuentra su propia verdad.
Hay investigaciones que duran años, en el caso de las novelas, y por el inicio, no se parece al final. Incluso puede haber cambiado la idea original, en otra, más rica e interesante. Y el escrito lo agradecerá.

domingo, 17 de junio de 2012

El censor

A la hora de escribir debemos evitar al censor; pero es inevitable. Depende de nosotros. Muchos escritores no escriben para los lectores. Primero escriben para sí mismos, y luego buscan una segunda o tercera opinión.
Llega el momento, entonces, de tomar las decisiones necesarias para que lo escrito merezca o no la pena. Buscar una segunda opinión siempre viene bien. Pero el autor es quien tiene la última palabra. Siempre. Y no siempre. Puede equivocarse y dejarse llevar por la vanidad más molesta.
No soy el indicado para decidir como se debe escribir tal o cual trabajo. Admito que yo me puedo equivocar, desde luego, como todo el mundo. Desde luego que los escritores están de acuerdo en que las técnicas se utilizan para esto o lo otro, y que sirven de ayuda.
También hay que hacer caso a las personas más expertas, puesto que nos guiarán por la selva de corrección y la precisión, y que tendremos que ser observadores y tomar notas, siempre tan importantes, para lograr que la escritura alcance, por lo menos, su grado de perfección.
Hay muchas maneras de evitar el censor. Escribir sobre aquello que nos obliga a contar historias. El escritor, en realidad, es un narrador, un contador de historias, y busca su verdad desde la ficción para aclarar contextos o dudas. No olvidemos que escribir es un acto que compartimos casi todos para remozar el mundo. O casi.
Me las he tenido que ver con el censor muchas veces. Hasta que me compré un portapapeles, y tengo la libertad de escribir, pero sin pasarme en las confesiones. No estamos confensando algo, sino escribiendo sobre algo, que no sabemos, en ese momento, qué es. De ahí que sea necesario escribir hasta dar con la historia que estemos buscando.
Otro día hablaremos sobre la investigación, que tiene su propio aquel.

sábado, 16 de junio de 2012

Hay mucho

Creélo, o no. Aún quedan muchas líneas y libros por escribir. La escritura no morirá nunca, puesto que se trata de una grafía creada por el ser humano, para transformar los signos y símbolos en lenguaje. Un ejemplo de esto son los 30.000 volúmenes de Hermes Toth, que no se sabe muy bien adónde han ido a parar, en el Antiguo Egipto. Volúmenes de ciencia y filosofía, y el arte de la escritura. De hecho, los carácteres griegos son variaciones directas del primitivo egipcio. Bueno, voy a dejar de ponerme erudito, que sobrecargo.
Escribía que la escritura no morirá nunca. De lo contrario, el saber se perdería. Si tuviéramos poderes telepáticos, eso no importaría demasiado, pero necesitaríamos la escritura del mismo modo. Tampoco necesitamos conocer el pensamiento del vecino. Invadiríamos su intimidad, y eso es muy molesto. Es tan molesto, como actúar con ventaja.
Necesitamos escribir, por lo menos, para conocer la realidad, hasta el punto de desbrozarla, analizarla y muchas más "arlas y arlos". Tal como lo veo, si negamos la escritura, nos negamos a nosotros mismos. Por cierto, hay mucho sobre qué escribir. Incluso los mismos temas de siempre (que suelen ser la Guerra Civil, la Transición y los años 80, y más...); pero eso no significa aburrir al lector. Los temas de siempre agotan, pesan y cantan.
¿Regresamos a los mismos temas porque nos hemos quedado sin ideas, o nos falta imaginación, o porque no está todo dicho? Bueno, hay mucho.

viernes, 15 de junio de 2012

La concisión ha de ser sencilla

Por muchas líneas que yo escriba, procuro no ser demasiado pesado. La repetición es molesta. Hay que ser conciso. Es decir, ni mucho ni demasiado, si lo que te gusta, o aprecias mejor, la sencillez. Si utilizas la repetición, solo lograrás cansar al lector, y cansarte tú.
Como ejemplo, a no ser que estés escribiendo una novela de digresiones procura ser conciso. Y la concisión viene seguida de la precisión. Todo, o casi todo lo que escribas, ha de ser preciso. No, si se trata de anotaciones. Ahí eres libre de hacer lo que desees. Cada uno es dueño de su lenguaje, y decide por sí mismo cómo, cuándo, dónde y por qué quiere expresarse.
Recuerda que en las anotaciones, eres libre de tomar apuntes de la realidad, recuerdos, memoria y pensamientos. Puedes extenderte sin orden ni concierto (porque no eres Leonardo Da Vinci, nuestro precursor de los cuadernos de notas), y que puedes extender y ampliar, una nota, por varios días, sobre el mismo tema. Al final, no necesitarás consultarla, porque en esos cuatro días, has profundizado sobre el escrito.
Recuerda que el cuaderno de notas es para consultar. Incluso puedes crear varios cuadernos de notas en Word, en los archivos de Word, o por manuscrito. Ambos son válidos. En cuanto al relato o cuento: concisión, precisión y sencillez. Y no se te olvide lo más importante: en tu escritura, tú decides.

jueves, 14 de junio de 2012

Escritura nocharniega

Dice Claudio Magris que la escritura nocturna es la que está más cerca de la verdad del escritor. Sea como una especie de misticismo, o, porque, en el día, el asunto de la escritura está bastante reciente. La escritura nocturna nos enfrenta a nuestro interior, echando fuera todo indicio de censura.
Salva, también, que en algunas ocasiones, sea la noche el momento idóneo para escribir. Porque nadie nos observa durante el momento y podemos sentir que nuestra escritura fluye. Nadie nos observa, y podemos escribir lo que queramos, o lo que nos apetezca en ese momento.
La noche ha sido simbólica, y lo es aún, después de mucho tiempo. Y la noche, para escribir, se debe a su tranquilo discurrir (que es totalmente falso, puesto que por la noche siempre hay altercados en el exterior). Desde que tengo mi clipboard, jamás dejo de escribir o de anotar algún suceso o pensamiento. Y, luego, incluyendo la medicación diaria, caigo redondo, pero con la sensación de haber liberado mi mente de su actividad incesante.
No soy el más adecuado, pero si aconsejo que escribir un poco por la noche, no sólo es relajante, sino terapéutico y, por otra parte, es mejor apagar el televisor y dedicarse a la escritura, por lo menos, durante unos 10 o 20 minutos. Más sería excesivo. Y que intentemos contactar con nuestro yo, que anda por ahí, perdido, y sin nada que hacer.

miércoles, 13 de junio de 2012

Leer y escribir

Leer y escribir van de la mano. La una sin la otra equivale a cero. No se puede avanzar si antes uno no se guía por otros que han escrito antes. Es una ayuda tremenda porque se hallan técnicas o recursos que nunca se han utilizado, o porque la cosmovisión de un escritor es diferente de la tuya, pero es posible complementarlas.
Siempre que escribo, leo. Hay autores que aconsejan no leer, mientras se está escribiendo una novela. Bueno, allá ellos. Escribir y leer es fundamental. Y la novela puede durar años, y aún así, no llegar al final, aunque ese final ya esté más que repensado. Pero cada cual decide lo que desea.
Cierto que, si no se lee, no se crece, no se conocen los otros mundos, las ideas y pensamientos de otras personas. La cosmovisión de cada uno se completa con las cosmovisiones de los otros. Nada sobra en este Universo, y siempre, una pieza de más, a pesar de levantar hostilidades, nunca está de menos.
Al leer se amplia nuestro universo, y eso es óptimo. Se trata de sumar y no de restar. A la hora de escribir estaremos más seguros, porque el otro que nos completa ha compartido una parte importante de su mundo, y se ha añadido al nuestro. No importa si se trata de un ensayo, un libro de poemas, o una novela, o cuentos pulp. Cada lectura tiene su momento.
Cuando se lee, a la hora de escribir, todo parece salir con fluidez. La mente no transige y se halla dispuesta a compartir cualquier ocurrencia. Por otra parte, la lectura es una buena guía para escribir. Pero, una cosa es cierta: Cervantes escribió El Quijote, y no le hizo falta leerlo. Una paradoja más que habrá que resolver algún día.

martes, 12 de junio de 2012

Basta con abrir un poco

Con abrir un poco la imaginación o ampliarla. No tiene porqué ser todos los días. Basta con un pequeño toque, o alguna idea no muy peregrina. Cuando escribo, en ocasiones, no se me ocurre nada. Me paso los días en blanco, o poco después de haber terminado algún ejercicio. Pero basta un sólo movimiento para captar la idea en el día. O en la noche. La escritura nunca acaba.

lunes, 11 de junio de 2012

Anotaciones III

¿No se te ocurre nada? No te preocupes, esto le sucede al 99% de las personas. El 1% suelen ser genios, y, en ocasiones, se suman al 100% de nosotros. No es agradable abrir un cuaderno, y darte cuenta de que el bloqueo es automático. Te preguntas: "¿Qué escribo ahora?", y una gran nube de tormenta se lleva todas las ideas, y te quedas en blanco.
A mí me suele suceder de vez en cuando. Muy de vez en cuando. Como una de las salidas consiste en escribir, por lo menos, una palabra. A partir de ahí, la historia sale. Cuesta arrancar. Nos bloqueamos, no porque no tengamos nada que decirnos, si no debido a que tenemos demasiado que no nos atrevemos a decirnos, y plasmarlo en el papel. Demasiadas ideas y proyectos que no podemos o no queremos liberar, por si está por ahí el Censor de la Policía del Pensamiento.
Pero no hay por qué huir. No importa si te quedas una hora sin escribir nada. En este caso, dedícate a leer, a otras actividades, o trata de plasmar algún tipo de experiencia, memorias o recuerdos. En nuestro interior hay un Cofre en dónde está guardado todo lo que somos y qué seremos, y eso no nos lo pueden arrebatar. Hay una riqueza que la hemos dejado almacenada y, cuando salga se traducirá en alguna anotación.
Aquello que escribas, no tienes porqué compartirlo. Guárdalo para una obra mayor (pero yo no soy el indicado para decirte que debes o no hacer con tu intimidad); de esta manera, el bloqueo desaparece. Y conste que escribo esta entrada en el momento.
Es posible combatir la Nada. Pero, cuando la propia Nada te invade, intenta distraerla. Si no escribes hoy, no lo dejes para mañana. Escribe, o anota, dentro de un par de horas. El único ejercicio es tu mente, y su ayudante, la imaginación. La Nada no se puede tocar, pero no vayas por ahí, intentando huir del desierto, porque puedes poblarlo por tí mismo.
De manera que, coge un boli, o una pluma, o el ordenador, y escribe: Que la escritura te acompañe, joven (o viejo) Skywriter.

domingo, 10 de junio de 2012

Anotaciones II

Las anotaciones están ahí para ayudarnos. En mi portapapeles manual, que nada tiene que ver con el de Word, anoto todo lo que se me ocurre, incluso analizo hechos del pasado, y los transformo en ficción. Pero eso no significa que no sean reales, sino que se basan en la realidad. Luego, incorporo matices porque nunca se sabe si lo utilizaré en el futuro.
En cambio, en el cuaderno de notas, tomo notas, o breves reflexiones, o breves escritos de otros. Por eso creo que las anotaciones son necesarias, en todo momento, siempre dispuestos a ser necesarios. De hecho, anoto frases de otros, o mis pensamientos. O ideas para nuevos proyectos literarios. Nada sobra, pero si hay que ser preciso, a la hora de elegir que proyecto es el ideal. Pero, también, no es necesario utilizar ninguno.
Después de todo, es un cuaderno de notas. Y las anotaciones ayudan, desde luego.

sábado, 9 de junio de 2012

Anotaciones I

Llevar un portapapeles, una libreta, o un cuaderno puede ser la diferencia entre escribir o no hacer nada. Siempre hay que ser previsor. Es tan importante escribir todos los días, como no dejar de hacerlo. Las pausas son bienvenidas. Además se aprende de uno mismo.
Las anotaciones tienen una ventaja: pueden ser pobres o ricas. No importa. Cada anotación describe una parte de ti mismo. Nunca se sabe cuando las puedes necesitar. Es posible que, al principio no te atrevas a anotar tus pensamientos. Tampoco es grave. Puedes anotar todo lo que desees.  Hay espacio para todo. Incluso es posible anotar frases o párrafos de otros autores, para que el corpus de tus anotaciones siga creciendo. Basta sólo por intentarlo.

viernes, 8 de junio de 2012

Seguimos con las notas

Tomar notas es importante. Pero, en mi caso, más que una hormiguita, un insecto de ocho patas y con antenas, muy trabajadora, desde luego. Más bien, me veo como un almacén de datos. Las sugerencias son siempre bienvenidas. Al tomar apuntes, o notas, voy preparando el camino para evitar cometer los errores de anteriores cuentos.
Ser conscientes de nuestros errores consiste en mejorar los siguientes escritos. Las notas mejoran nuestra perspectiva de escritura. Evita que escribamos mal (que podemos hacerlo, no pasa nada, tú dame hueco..., que habiendo hueco...); y aprendemos más de nosotros mismos. Eso no significa que alcancemos algún tipo de elevación mística. No, seres, no. Se trata, más bien, de mejorar para divertirnos. Luego, queda investigar un poco.
Investigar es algo más que guardar datos. Imposible describir un pesquero si se trata de un cuento. Este quedaría ralentizado. De igual manera, no es posible describir un bólido, o un avión o u deportivo. Como Axel Foley en la segunda parte de su Trilogía Superdetective en Hollywood, el escritor es un hombre de negocios, está ocupado, y tiene, en sentido figurado, prisa. De manera que pónte a escribir y a tomar notas y apuntes. En el futuro pueden hacerte falta.

jueves, 7 de junio de 2012

Cuaderno siempre a mano

Tened siempre un cuaderno a mano. Si es para el Taller, mejor. Las notas que tomes de la clase, según mi criterio, son necesarias para el aprendizaje, y sirven de guía para que no metas la pata (pero si cometes errores, no pasa nada, errare humanum est, qué conste); pero, a la hora de escribir, no te despistarás.
El cuaderno se convierte, así, en tu mejor aliado. También, que no se te olvide alguna libreta, para anotar cualquier cosa que se te ocurra (incluyendo alguna fórmula científica que podría ayudar o destruir al mundo...); no se te olvide la fecha. Anótala siempre, y podrás ubicar el escrito en ese momento, porque tu mente cambia con el tiempo, y los pensamientos saltan de una persona a otra, dependiendo de las vibraciones para recibirlos.
Los cuadernos los puedes encontrar en cualquier papelería o centro comercial, también en los Chinos, que suelen ser más baratos y, en ocasiones, de una calidad intermedia (algunos se deshacen en las manos a ojos vista); también puedes crear y encuadernar tus propios apuntes o cuadernos. La información la puedes encontrar en www.mailxmail.com, que, desde luego, tiene un montón de cursos online, que puedes descargarte con el consiguiente registro.
Pero quiero dejar clara una cosa: la escritura no es el material que utilices, sino las técnicas y la sabiduría e imaginación que tú quieras poner. Después de todo, la escritura es un hecho vivo, proteico, y nunca se ha escrito igual en el siglo I a. c. que en el XXI; pero prevalecen. Faltaría más.

miércoles, 6 de junio de 2012

Apuntes y notas para todo

Un relato debe ser una máquina bien engrasada. Para ello, es necesario tener, en parte las ideas muy claras respecto a lo que se quiere contar. Pero sigo afirmando que no soy el indicado para decir o afirmar que un relato o novela debe funcionar de una manera o de otra para que sea legible.
En este caso, prefiero las notas y los apuntes. Cuanta más información tengamos sobre aquello que narraremos, mayor facilidad para superar las dificultades. Tampoco no tiene que impotunarnos que un relato salga o no. Un químico en su laboratorio hace labores de alquimista, pero se basa en notas y apuntes, para evitar que el compuesto químico elaborado no sea inestable; si lo es se debe a que la mezcla ha sido errónea. De manera que es mejor salir corriendo, no vaya a ser que se trate de un químico explosivo.
Por otra parte, la mezcla puede ser la correcta, pero no ofrece ninguna nueva reacción. Significa que le falta algo. Si no lo encuentras, te aconsejo que busques la carencia del relato, para dar la solución, en otras personas, y toma nota de aquello que se te escapa.
Para ello, tienes los cuadernos de notas. No tienes porqué tomar notas siempre; pero si tomarlas para consultarlas más adelante.

martes, 5 de junio de 2012

Las Musas, no siempre

Es muy fácil poner la excusa de que no se puede escribir porque no se está inspirado por las Musas. Es una excusa ridícula y absurda. Cuenta más escribir para tratar de liberar el potencial que guardamos que un millón de Musas. La Inspiración es pasajera. Yo no confiaría mi labor a las Musas porque eso significaría que dependo de mis estados de ánimo.
Las Musas pueden echarte una mano; pero si te echan el cuerpo, yo lo veo como un abuso. Basta leer a los grandes escritores para darse cuenta que muchos de ellos no necesitaban a las Musas ( si no contamos a Virgilio y a Homero, con su Oh Diosas, inspirádme...) y que tenían mucho trabajo por delante, a pesar de la escasez de medios. Por eso creo que, a la hora de escribir, prefiero tener una buena idea, y desarrollar la historia (si sale, bien; si no sale, también) y, desde luego, un consejo que nunca falla: disfruta escribiendo.
No hay más misterio.

lunes, 4 de junio de 2012

Corregir

Disfruto cuando corrijo; pero acabo quedándome solo, y un poco perdido después de la primera corrección-pero a partir de la quinta o la sexta-; mi único error es que, en ocasiones, no encuentro el fallo. Un cuento no es perfecto hasta que no se encuentra el fallo.
Pero corregir es muy agradecido. El cuento va tomando forma, cuerpo, hasta que, en este caso, la escritura no se resiente.

domingo, 3 de junio de 2012

Y el tiempo pasa

Y pasa, pero uno se queda tranquilo, porque las palabras permanecen. No son eternas del todo, pero están ahí. Porque las palabras siempre se pueden atrapar, y no huyen, sino que se ocultan.

sábado, 2 de junio de 2012

Sigue consejos y toma nota

Sigo pensando que no soy el más indicado para dar consejos sobre Escritura. Me refiero, claro está, a la escritura literaria. Como todo el mundo tengo mis caídas y mis tropiezos (y son caídas duras y, en ocasiones, dolorosas, para uno que está acostumbrado a sufrir); pero si puedo señalar una serie de pasos que sigo, y que me dan resultado:

1. Toma nota siempre en el Taller de tus errores, o de las explicaciones que dé el profesor, o de las indicaciones de los compañeros.

2.  Los amigos del Taller (entran ambos sexos) ven tus errores mejor que tú. De manera que aprovecha esta circunstancia especial para afinar el siguiente relato, o la siguiente tarea.

3.  Procura aprender y seguir aprendiendo, y sé humilde. Es bueno saber que no siempre te saldrán los relatos. Y has de comprender que no siempre salen. Hay obras maestras que nunca pasaron de simples apuntes.

4.  Aplica las reglas 1, 2 y 3 y no apliques la Ley Cero porque no eres un robot con cerebro positrónico. Y escribe.

viernes, 1 de junio de 2012

En Junio

Esperemos que este mes que empieza no nos duela el bolsillo ni la cartera. Pero es seguro que las cosas irán a peor. Al ciudadano de a pie, los políticos le chotean y se ríen de su desgracia. Claro, ellos no pasan penurias, y no parece que el panorama mejore.
Este mes continuaré escribiendo, y es posible que siga con la serie de Strike!, un poco, sin abusar demasiado. Pero, como no soy profeta, tendremos que esperar a ver como se desarrolla este mes. Y no es agradable que a uno le tomen por el pito del sereno, cuando la mayoría de nosotros nos tocará vivir un verano más caluroso, pero cada vez, más duro.