Entradas Universales

viernes, 31 de agosto de 2012

Déficit y caída

Nos sorprendió este mes con el regreso a las pantallas de Batman, el Cruzado de la Capa, con la última parte en este año 2012, y el final de una trilogía Batman: The Dark Knight Rises que ha dado algo más que calidad, y menos de lo mismo, pero de mayor calidad de la que se podía esperar.
Pero han ocurrido otras cosas. Asuntos de impuestos. Más impuestos impuestos, que no impostados, porque, entonces sería de muy mala educación, hasta tal punto, que ya no tenemos cintura para tanto apretón de cinturón; incluso cuando llegue el auténtico apretón, y nos pille con el culo torcido.
Y más cosas: cada vez, nuestro Gobierno se parece más al anterior. Nos aprietan, y por poco, están a punto de dejarnos sin respiración.
O en cine: Prometheus de Ridley Scott, y la muerte de su hermano, Tony Scott, que decidió acabar con su vida arrojándose amorosamente de un puente. Adiós al genio que nos deslumbró en los 80 con Top Gun y en los 90 con El último boyscout, una suerte de revisitación del detective puro y duro, de los 50, trasladado a la corrupción en el juego de los 90. Es una de mis películas favoritas. En EE. UU. tuvo éxito, pero, aquí, en este lugar patrio, pasó sin pena ni gloria.
Por lo visto, la película de Ridley Scott no ha tenido el éxito que buscaba, y se ha desbaratado de la saga Alien, hasta tal punto, que el producto, de tan nuevo que es, se desconoce. Parece que nadie ha comprendido la cinta, y, dentro de una década, es posible que este producto de auteur se convierta en una película de culto de las más raras. Algunos espectadores salieron de la sala apesadumbrados por el estropicio, y el juego de los efectos especiales.
Y el fuego. El fuego que una serie de pirómanos enloquecidos han decidido poblar la piel de toro, y que, con un poco de buena suerte, si llueve, será imposible que renazcan de nuevo. Como recurso, propongo la danza de la lluvia.
Mucho déficit y caída, desde luego.

jueves, 30 de agosto de 2012

Sin Tierra, sin futuro

Pensándolo bien, el camino del actual Gobierno, con la excusa del déficit, la crisis, y un sinfin de quebraderos de cabeza  y de bolsillos, monederos, carteras, bolsos, billeteras, cuentas corrientes, Bancos, Cajas de Ahorros, quiebra de empresas, falsos EREs, y una larga lista de seriedades, está claro que no vamos a llegar a ninguna parte.
Nuestro país, miembro de la UE, está sufriendo en los ciudadanos, una injusticia imposible de comprender. Nos fríen a impuestos. Cada mes, sube un poco más el recibo de la luz, agua, alimentos de primera necesidad, productos tales como impuestos sobre todo aparato doméstico, y luego que, aquellos sinverguenzas que decidieron hacerse con nuestro dinero, ni prueban la prisión, ni se castigan. Total: que siempre nos quedamos para vestir santos.
Somos los sufridores quienes callamos. Si hablamos no nos sirve de nada, por la misma razón de que no nos escuchan. Y es la retahila de siempre. Por el país, y por nosotros, los españoles.
Pero molesta bastante que, con tanto patriotismo en horas bajas, no nos hayamos dado cuenta de que las dictaduras se han refugiado en la democracia. Pero esquilmar al ciudadano, que paga los sueldos de los políticos, es como tratar de cerrar una herida, pero sin cortar la hemorragia, hasta que esta se enquista, menudea, molesta y provoca la muerte.

En busca de la ilustración perdida

Un aficionado al dibujo, en www.taringa.net nos muestra como ha llegado a aerografiar este dibujo. Ciertamente, no he podido ver los pasos, y sólo he tenido la suerte de rescatar el dibujo terminado. El proceso empieza por el lápiz, hasta la gradación del color por aerógrafo. Luego, queda, únicamente, encontrar los brillos, y finalizar la ilustración. Una lástima no tener todos los pasos.

miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Un sistema sin sistema?

Se ha escuchado mucho eso de "para hacer una buena tortilla hay que romper muchos huevos". creo que depende de los huevos a romper, y de la clase de tortilla que se desea cocinar, y su tamaño.
Cuando hay un sistema social que no funciona, llegan los antisistema que, en realidad, es un sistema más, que trata de imponerse con exigencias del cambio y por la fuerza. El pacifismo en el antisistema, en realidad, se trata de que impere un orden dentro del orden, a partir del desorden. Pero hay un error de bulto: la violencia y las manifestaciones en donde sale perjudicado el ciudadano, repercute sobre el mismo ciudadano, dejando a la coalición antisistema en mal lugar. Dicho sea de paso: el antisistema será controlado por el sistema, en cuanto a buscar, de una manera no muy ortodoxa, la razón para mover a un país a actuar frente a una política agobiante para nuestros bolsillos.
Las tácticas suelen ser callejeras, y barriobajeras. Culpan los antisistemas a un sistema que, dicen, los oprime. Pero el Gobierno anterior prefirió elegir mal, y dar rienda suelta y carta blanca al Movimiento 15-M. No fue un error, fue para tratar de mantener la atención en otro lugar, cuando el antisistema Rubalcaba se vio en apuros por el asunto Faisán. Y, de hecho, aún aplaudiendo a los antisistema, el propio ministro no se dio cuenta de que, a corto plazo, perdería las elecciones. Pero los lodos llegaron del propio ministro.
Es posible que, si hubiera desalojado la Puerta del Sol, los votos irían al alza; pero se ve que, por mucho que Rubalcaba sea de ciencias, no comprende las matemáticas, y ha decidido que es preferible atacar desde las trincheras, a resguardo en la zanja, antes que arriesgarse a recibir una bala.
Las exigencias de los antisistema, en estos tiempos que corren, se encuentran fuera de lugar, hasta tal punto, que sus palabras deberían ser ignoradas, y que los políticos, por lo menos, escuchen a los votantes de la calle, que bastante tienen con tener el estómago demasiado apretado por el cinturón. Y el cinturón reventará. 

La tinta también siente

La tinta tiene vida propia. Leer la escritura del otro, y sus pareceres, es una experiencia única. El cuidado o descuido de las frases, los garabatos mínimos, arrugados o artísticos, la cadencia del verso o de la prosa; el ritmo que nunca se pierde, o que se pierde. Palabras que conectan un día, y al siguiente, con las prisas, se desdicen, se tornan contradictorias, o el pensamiento ya no es el mismo. Escribir cuando la tinta siente, y obedece al espíritu de quien escribe, y continuar escribiendo para que el mundo sea testigo de que, tras su desaparición, el bolg continúe ahí, como un fantasma o espectro, testigo de su tarea, de la actividad febril de estar siempre escribiendo.
Escribiendo para que la muerte no se lleva el único tesoro que pertenece a quien fallece: sus pensamientos y proyectos.
Y porque otros han muerto antes, y no han dejado huella en la existencia. La escritura se crea para evitar ese olvido. Que no ha de quedar en proyecto, sino en escritura en progreso, en continuo trabajo para demostrar que la escritura rescata del olvido días felices, y días no tan felices.
Escribir, para que la muerte, ya lo dejo escrito un Grande de las Letras, no tenga la última palabra.

martes, 28 de agosto de 2012

Entre anaqueles, otra vez

Servir los libros como si fueran nutricios. Libros que se sirven para formar espíritus y personas, dándoles un significado en su vida, que son un regalo. Y hay suerte, porque, tanto los libros de papel, como digitales, te acompañan toda la vida, mientras el ordenador envejece. Es posible que, dentro de unos años, al creador de Microsoft, le dé por cambiar el programa que ha monopolizado nuestras vidas y nuestras consolas; que, con todo sentido común, sus licencias le enriquezcan más. Pero los libros en papel, dudo mucho que se agoten. Habrá más, pero los lectores somos minoría, porque no damos abasto, con tantas obras que se quedan por el camino.
Y uno se pierde entre anaqueles, estanterías y páginas en donde descargar las obras buscadas, las clásicas, que siempre nos han acompañado desde chiquillos. Pero la tinta nunca se agota, y es como una droga que provoca y despierta adicción. La lectura es el hechizo que despierta a ese oso dormido que prefiere seguir hibernando; la lectura despierta al oso, porque ya ha llegado el calor.
Entonces, el oso se despereza, y se da cuenta del tiempo que ha perdido buscando algo que ya había encontrado. Pero no somos el oso, sino el espíritu en el interior de la bestia, buscando luz, ese haz de luz, que nos ilumina el camino.
Los libros servidos en un plato.

lunes, 27 de agosto de 2012

Explorando un poco la Biblioteca

Cuanto más se trata de conocer la Biblioteca de tu zona, te das aún más cuenta de que no lo conoces todo. Agradeces a los bibliotecarios sus atenciones, y si no encuentras un libro, ellos te ayudan a encontrarlos. También, si buscas un libro, y si no lo encuentras, por mucho que lo busques (contando con el OPAC, que es un programa de búsqueda) también están ahí para echarte una mano.
Desde estas líneas, les agradezco que sea yo de la familia, porque en la Biblioteca llevo desde el año 2001 como usuario, y he participado en Talleres, y en diversas actividades que enriquecen el espíritu y engrandecen el alma. Pero agradezco sus atenciones a todos los bibliotecarios/as, y a sus superiores, que siempre se han ocupado de mi, y de muchos usuarios que tenían sus dudas, cuando se trataba de encontrar un libro.
Abrazos a Gemma, Isabel, Esther, Carlos, Juan Carlos, Julio, Marta, Irene, Pili, Victoria (las dos, la bibliotecaria y la Jefa), Nacho, y algunos y algunas que se me escapan. Seguid ahí siempre. O como dijo Valerio: vivo, se puede decir, en la Biblioteca.
Seré alguno de sus muchos pilares, creo. 

domingo, 26 de agosto de 2012

La pesadilla del ascensor

No temo a los ascensores. Nunca los he temido. Pero me han hecho pasar malos ratos muy breves. Cuando repartía en el Barrio de Salamanca, hubo un conserje impresentable que paró a propósito el ascensor. Quedé atrapado entre dos pisos y, entre el calor que hacía, y el dolor de vejiga, me puse muy nervioso.
El ascensor se había parado, y no me quedó más remedio que tocar el botón del timbre, y gritar: ¡socorro, socorro! Me encontraba desvalido. El conserje, un portero vulgar pero bien vestido que iba trajeado, se sonrió, diciendo que no metiera tanto ruido. Le repliqué que podía hacer el ruido que me diera la gana, y que un desclasado como él, no era quién, para decirme lo que debía o tenía que hacer.
-No te sulfures, chaval-dijo con condescendencia.
No le dije que mi padre también era portero; pero, si se lo hubiera dicho, le hubiese cantado las cuarenta. Poco después, si algún día me coincidía el pedido, juré que me orinaría en el ascensor o en las terracillas de servicio. No tuve la oportunidad, pero el portero se había comportado como un impresentable.
El portero se defendía:
-Era una broma.
-Pues métase la broma por el culo-le dije con mi pensamiento.
No se trataba de ninguna broma, desde luego.

sábado, 25 de agosto de 2012

Leyendo desde

Aprendí a leer y escribir a los tres años. Eso significa que, cuando ingresé en la escuela, ya sabía que significaba leer correctamente (conociendo todas las palabras y las letras) y escribir con corrección. Bueno, algunas veces, se me escapaba alguna letra; pero eso le ha sucedido a cualquiera.
Cuando llegaban a casa los libros de texto, cuando mis padres iban a comprarlos al colegio (por esa época, no se vendían en las librerias), lo primero que hacía era ojearlos y hojearlos hasta que me cansaba. Me intrigaban los temas que nos darían los profesores o maestras. Luego, me di cuenta de, que a fin de curso, ni habíamos llegado al final del libro, y que ni los nueve meses de estudio, apenas estudiamos de cinco a siete temas por asignatura, y que, cada fin de curso, me sentía como que me habían timado.
Más adelante comprendí que no nos podían enseñar todos los temas, sino que los profesores se ceñían al plan de estudios. Y nada más.
Pero el colegio no fue un lecho de flores. Cuando empecé a fallar, pronto los profesores (algunos), me marginaban, y quedaba como el más bruto y el más asno, carne de suspenso. Hubo momentos en que creía que me suspendían por falta de esfuerzo. Años después supe que, en ocasiones, me suspendían porque sí, para que yo no participara en ciertos círculos. Incluso, en la ocasión en que recuperé 8º Curso, en septiembre, el maestro de turno, aún habiendo aprobado el curso, confirmó delante de mi padre, y con mucha cara, porque las notas no habían salido, sus palabras fueron que no había aprobado, y eso que no hizo ninguna consulta.
Pero me hicieron un favor, porque, gracias a repetir, sabía todo el plan de estudios, e incluso adelantaba la información a los compañeros, que pronto se hicieron amigos. Sabía lo que iban a enseñar en cada semestre, cada semana, y los siguientes movimientos. Eso me ayudó mucho, y, ciertamente, me comporté, en alguna ocasión, como un pirata. Me refiero a que, como venganza, me salté algunas reglas. No es fácil sentirte rechazado, cuando los docentes del centro, algunos, ya te han juzgado. No deberían haberme tratado de bruto.
Además, el padre Andrés, ese pedófilo, no guardó ningún secreto de confesión. Que conste en acta.

viernes, 24 de agosto de 2012

Strike! FASTIDIO

Strike! enarcó las cejas y frunció el ceño. Se había tropezado con su antepasado legendario; no le hacía ninguna gracia. Veía que Superman se mostraba autosuficiente, y bastante molesto.
El enigma que no podía resolver era el referido a su traslado espacio-temporal.
-¿En qué año estamos?-preguntó Strike!
-En el 2012-respondió Superman.
Ante esta respuesta, Strike! no daba crédito. Faltaban años y milenios, para llegar a su tiempo. Y la época actual no se reflejaba distinta de la que Strike! había vivido como David Kent-Lane. Además, su vida quedaba lejos, demasiado lejos, y no se encontraba a gusto con su antepasado.
-¿Qué haces, David El?-preguntó Superman-Te encuentro pasmado. Reacciona. Hay material que debemos recuperar.
Claramente, pensó Strike!, Superman era un tirano. Strike! se dio cuenta de su desnudez.
-Así, no voy- la respuesta fue tajante.
-Entonces, vístete con esto.
Superman le ofreció un traje completamente negro, con el símbolo de la Casa El, lanzando destellos luminosos.
-Es posible que no sea de mi talla-se excusó Strike!
-Genéticamente, apenas se nota la diferencia.
Para Strike! la cuestión era más complicada. Aceptó las enseñanzas de Doc Eckman que, en ocasiones, se comportaba con rudeza. Hasta que aprendió su disciplina, y la manera de controlar y manejar su Don. Superman demostraba mucha seguridad, pero le caía demasiado pesado. Quizás se debía a la experiencia.
-¡Qué fastidio!-exclamó, mientras se embutía en la suave tela del traje, que se ajustaba a su rocosa musculatura como un guante.

Escribiendo para empezar de nuevo

Escribir, muchas veces, no sale a la primera, hay que empezar de nuevo. El primer intento siempre es fallido; el segundo y los siguientes, también. Hay muchas maneras de arreglarlo: leer más, y estar tomando notas en el Taller hasta el final de la clase. Y preguntar.
Se pregunta o consultar para aclarar puntos, despejar oscuridades, y tener un concepto claro del estudio de ese día. No importa que, al final, tampoco salga el cuento. De los errores se aprende, y este aprendizaje, de forma gradual, puede convertirte en un maestro, o que sigas como un zangolotino (también, lo reconozco, soy algo novato y zangolotino); al escribir, también hay que tomar notas de las indicaciones de los amigos/as del Taller, y de las observaciones del profesor. Esto es de gran ayuda, porque así, se perfila tu camino.
Además, ser escritor, no consiste en llevar una carrera, o en ser muy brillante. Otros escritores te dicen: aprende de los Grandes. Tienen razón; pero la mayoría de los Grandes están muertos, y has de aprender aquello que ellos investigaron en su momento. Por otra parte, es mejor ser humilde, y aceptar los errores. Ningún Grande se hizo así, sin antes ensayar. No escribo la lista porque son conocidos como clásicos o clásicos contemporáneos. Todos los conocemos, menos el que no los haya leído.
De manera que, además de aceptar que no somos Grandes, por lo menos, podemos conquistar esta parcela con mucho trabajo. ¿Pensáis que es fácil escribir una entrada diaria? Probádlo vosotros mismos, y entrad en www.blogger.com , e intentad escribir una entrada en el blog, cada día. No es tan sencillo, y he de empezar de nuevo, y, como dejó escrito Doménico Chiappe, en su Ciudad de las Letras Danzantes, tratar de lograr que el lenguaje, como ciberliteratura, evolucione y crezca en la Red. Porque los blogs, son obras vivientes y sin forma. O algo así.
A propósito: Doménico Chiappe, fue mi maestro en el Taller de Creación Literaria de La Calabaza, en Alameda de Osuna. Palabra de Hyeronymus.

jueves, 23 de agosto de 2012

Paz bibliotecaria

En verano, se respira la paz en las Bibliotecas. Apenas hay tráfico, y uno es libre de leer el periódico. Pero la paz en las Bibliotecas también se respira en los meses que no son veranos. Es otro tipo de tranquilidad, hasta tal punto, que leer es agradable.
La taza de café, en la imagen, nada tiene que ver, de tal manera, que los libros son, tanto mañaneros, como nocharniegos.
Hoy he sido testigo de esa paz bibliotecaria, en donde la lectura es toda acción, pero uno salta anárquicamente de la lectura de un libro, al periódico, o a algún suplemento.
Por suerte, es posible disfrutar, en el último momento, de un sosiego y calma estupendos, hasta que la lectura, es un encuentro más con la vida. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Libros

Siempre me tropiezo con alguno; en la Red, me tropiezo con muchos. Libros sobre casi todos los temas. Archivos, en formato de libro, que me forman, pero de una manera un tanto silvestre o salvaje. La variedad de la Red, consiste en que la formación está fragmentada. La información está ahí; pero, la información, ¿es cierta? ¿Es necesaria? Si nos formamos en la Red, en dónde casi todo está hecho, la Realidad nos golpeará de una manera violenta y molesta. Hay que saber, en todo momento, si esos conocimientos, nos enriquecen, o sucede todo lo contrario.
Admito que, cuando escribo algún cuento, me he documentado en la Red; pero muy poco. El exceso de información sobre un tema en concreto, pasma y aturde por motivos bien diferentes. De hecho, la ambiguedad nace de los datos que se contradicen. En una página hay un dato que me interesa. Es posible que sea cierto, pero necesito contrastarlo en otra página, para ver si los elementos para documentarme, coinciden. En ocasiones, es un balde de agua helada. Cuando caigo en la cuenta de que hay una página que no coincide con cinco o seis, llega el momento de pasar por el tamiz de mi mente la información, y decidir; porque da la casualidad de que esa misma página está equivocada. Y no sólo me pasa a mí (errare humanum est); le acontece a todo el mundo.
Tras el filtrado de la información, manejo los datos que me son exactos, y desecho la página, que se alimenta de Hoax. Un Hoax, ya lo ilustré en una entrada de hace un par de años, son informaciones falsas o inventadas. Incluso en Wikipedia pasa lo mismo. Cuando hay una página para documentarse, y hay un Hoax, lo mejor, es ignorarlo. Se trata de una broma divertida, pero pesada, porque los datos son todos, totalmente erróneos, y a propósito.
Con los libros, en ocasiones, no suele ocurrir. Pero, por suerte, son libros, o fragmentos de los mismos, que, a veces, se hallan mutilados. Pero los libros son unos de los engranajes que mueven el mundo.

martes, 21 de agosto de 2012

Un apunte más sobre tomar notas


Me sucede muchas veces. Anoto un pensamiento, luego, me olvido de él, y poco tiempo después, vuelvo a tomar nota del mismo pensamiento, desarrollándolo con más datos, alimentándolo con savia nueva, y da la casualidad de que se trata del mismo pensamiento.
Soy muy propenso a asombrarme a mi mismo, de tal manera que demuestro lo poco que me conozco, o lo mucho que me ignoro. El mismo pensamiento vuelve a repetirse, con una nueva anotación, pero con un punto de vista distinto. Significa que ese mismo pensamiento evoluciona, o he hallado otro prisma con colores distintos, pero en donde la luz básica es la misma. Más que perder, he hallado.
Me sucede exactamente igual cuando anoto para escribir un cuento, o algún capítulo de la novela, y la operación se repite, otra vez.
He llegado a la hipótesis de que la mente es un laberinto que decide cuando abrir una salida, o crear una muralla. Este laberinto no hace otra cosa que modificar su diseño, mientras el camino se recorre. La meta no es llegar a la salida, sino aclarar por qué el laberinto crece y se vuelve más complejo, abriendo nuevas salidas, pero, también, construyendo nuevos muros que desvían del camino original.
La llave es escribir.
Al escribir, al tener la llave, podemos decidir, por ejemplo, tomando notas, cuando es necesario crear un nuevo muro, o abrir más salidas. Depende de nosotros, y nadie vendrá a ayudarnos, a no ser que preguntemos, para no perdernos en nuestro propio laberinto.

lunes, 20 de agosto de 2012

Strike! ENCUENTRO/DESENCUENTRO

Strike! completamente desnudo, con las sábanas ocultándole sus partes íntimas, estuvo quejándose de la pérdida de su país. España era un desierto, y golpeaba el suelo de arena blanca y ocre como si el mundo ya no tuviera sentido.
Una sombra oculto el brillo del sol. La sombra se movía, y un tejido se vislumbraba, como una bandera al viento. Hasta que se fijó en unas botas rojas, con grecas lineales en relieve. Strike! elevó el rostro, y distinguió una suerte de traje azul marino, con un cinturón rojo, bastante curioso, y un cuello al estilo Ming, rojo y azul, y el símbolo de la Casa de El. El rostro era joven, pero con una mirada dura y desafiante.
-¿Su-Superman?-preguntó Strike! confuso y aturdido.
-No te has olvidado de mí-bromeó Superman-; pero yo tampoco me he olvidado de ti.
-Teniendo en cuenta que naceré dentro de seis mil años, no me extraña. España no existe, por lo que veo.
-Este desierto no es España. Te encuentras en el Área 51-dijo Superman-, y mi paciencia se agota. Hay que recuperar tus cosas, y largarnos de este desierto de Nuevo México. ¿Cómo has sido tan estúpido para dejarte atrapar?
-Mi nave se desvió.
-No se desvió. Se reprogramó-confirmó Superman-¿Mundo Circo?
-Exacto. Pero no sé como recuperaré las cosas.
-Eso déjalo de mi cuenta. Y vístete.
-¿Cómo?
-Sigues siendo un novato. Tienes que madurar, muchacho.
Strike! se dio cuenta de que Kal El no le caía demasiado bien. Se ponía a dar órdenes, o a hacer comentarios muy duros. Terció:
-Tú también has sido un Novato, Kal El.
-¡Respeta a tus mayores! ¡La veteranía es un grado!
Cierto, pensó Strike!, pero, ¿hasta qué grado?

domingo, 19 de agosto de 2012

No es el idioma

No es que no se entienda, por estar escrito en chino. El documento es un manuscrito que cuesta 2 millones de euros, cuando salió a subasta. Se trata de una novela, un relato extenso en donde sus personajes no permanecen pasivos. Les ocurren cosas, algunas maravillosas, otras no tanto. Y el manuscrito no es impreso, sino original.
El escritor que, gracias a la inspiración (y a un vasto conocimiento del idioma propio) ha conseguido plasmar eso en esas líneas en apretadas columnas. Claro que, luego llega un lego como yo, y he de admitir que no comprendo los carácteres chinos. Necesitaría un intérprete. Pero estoy seguro que si el autor chino, hubiera escrito como a mí me sale la letra, sus contemporáneos no hubieran entendido nada, porque los ideogramas chinos han de mostrar claridad y precisión. En fin, se nota que el documento es un trabajo intenso.
Basta sólo con encontrar traductor, y se abrirá un mundo de singular belleza. Ya de por sí, los carácteres chinos, ideogramas, son una suerte de armonía y belleza, ya no sólo por el trazo, sino por la elegancia. Y, además, en la imagen no he encontrado ningún tachón o error, sino que se escribió con cuidado, y con cierta filosofía en su momento, porque no es el idioma, sino aquello que se desea comunicar con él. El mensaje importa bastante más que el idioma en que se escribió, porque el mensaje ha de ser universal.
Y eso es lo que se busca: la universalidad, que llegue a todo el mundo. Incluso, no le llega a todo el mundo, porque carecen de los medios y de los recursos necesarios. ¡Vaya! Dejo de escribir porque me estoy volviendo misionero, y no es mi fuerte.

sábado, 18 de agosto de 2012

Casi rodeado...

...de libros. El sueño de todo escritor, hecho arte. Un iglú curioso, y muy original; pero el diseño, no lo es. He calculado que debe de haber más de quinientos volúmenes de bolsillo. Es posible que, al autor, tal genialidad le haya ocupado toda la tarde.
O es escribir sobre esto; o escribir sobre la muerte de un ser querido, sea o no animal (¡qué caramba, hasta el ser humano, es un animal racional!); pero ya ver esta imagen, inspira unas cuantas historias. ¿Es posible vivir en un iglú de libros? Pero más compacto, vamos.

viernes, 17 de agosto de 2012

Una estanteria muy curiosa



Todos son cuadernos. Mi fijación por estos soportes de celulosa no deja de fascinarme. ¡Cuántas historias anotadas, ideas, y días buenos y menos buenos! Y, sin embargo, el papel no se agota nunca. Y esta estantería contiene todos los modelos.
¿Qué más se puede pedir?

jueves, 16 de agosto de 2012

Nocturnos

Momento en que la noche se convierte en tu compañera; en donde puedes crear, pero también, no sacar nada. En ocasiones, es imposible, porque las ideas danzan a tu alrededor, como espectros, y luego accedes al acto de crear, cuando, en ese instante (que parece eterno) la creación se escapa de los dedos. O de las manos.
Es un nocturno inacabado.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Más folios, por favor

La escritura se afianza de una sola manera, pero no la única, es decir, escribiendo. Poco importa que se trate de cartas, correo ordinario, diarios, apuntes, notas y un largo etcétera de probabilidades. Otros prefieren no dejar nada para el futuro, y pierden el tiempo en destruir a los demás, y destruirse a sí mismos. Tampoco hace falta ayudarlos. Basta con un empujoncito al abismo de la desesperación, pues piensan que escribir, en vez de una aventura, es una pérdida de tiempo.
Caigan por el abismo.
En la imagen hay un montón de folios apilados. Debe de haber unos quinientos folios a ojo de buen cubero. Están en esas líneas, sueños y afectos, y la sensación de que el mundo permanece, mientras unos pocos puedan registrar sus acontecimientos personales.
El paquete de Camel es una entelequia, pero presente en muchos escritores. Y no, no es mío. Yo no fumo.

martes, 14 de agosto de 2012

Hojas desiertas

Siempre que se abre un cuaderno, no se sabe qué se anotará. Un amigo mío, el Profesor Xavier, ha escrito y tomado notas en una docena de cuadernos. Está planeando un nuevo movimiento filosófico (sin ninguna intención política); en cada ocasión que finaliza la escritura de apuntes de un cuaderno, lo guarda, y empieza otro. Es un garn lector de Schopenhauer, y se nota; también, es lector de la Biblia, de la que extrae conclusiones lógicas. Tampoco es que sea devoto cristiano, porque piensa que hay un Dios interior en cada uno de nosotros, que no necesita de dogmas ni de leyes, por muy elevadas que sean. No busca sustituir a Dios, sino que el propio Dios, lo deje a su libre albedrío. Coincido con él en que no es el mismo Dios ni el del Antiguo Testamento ni el del Nuevo Testamento y que las cosas no son lo que parecen.
De todas maneras, hay problemas filosóficos, más urgentes que resolver, que tratar de encontrar la manera más elegante de comentar a un Ser, que es No Ser, pero que nadie sabe, exactamente, quién es. Da la sensación de que se escapa u oculta, en un juego que no es nada inocente.
Luego llegaron los dados de Einstein, y todavía seguimos tomando notas en los cuadernos de hojas desiertas que se ofrecen para ser habitadas. 

lunes, 13 de agosto de 2012

Saramago, presente

Difícil olvidar a Saramago. De hecho, hace tiempo que le hicieron una exposición al Premio Nobel lusitano. Como ejemplo, sus centenares de cuadernos en donde forjaba sus novelas, artículos, columnas y ensayos. Incluso sus Diarios: Cuadernos de Lanzarote, pero estos fueron pergeñados en un ordenador portátil, y por encargo de su editor. Cosas más raras habrán pedido los editores a Saramago.
Es estupendo ver todo este material, que estaba oculto, y cómo Saramago planeaba sus obras con una estrategia férrea. Solía escribir un folio diario. Según él, porque podía escribir lo que quería y deseaba, y si había que hacer correcciones, aprovechaba los fines de semana. Escribía dicho folio durante una media hora. En otras ocasiones, se demoraba una hora, y siempre, por las mañanas, se dedicaba a pasear por la isla, por prescripción médica y por salud. Luego, regresaba a casa, leía un poco, y se echaba la siesta, durante media hora, calculada. Luego, se dedicaba a enviar sus artículos o colaboraciones por la Red, a otros periódicos y publicaciones.
Y nunca dejó de escribir.

domingo, 12 de agosto de 2012

De cuadernos y folios

A falta de unos, buenos son los otros. Ciertamente, me dicen que no debería gastar, por eso de que nos estamos quedando sin bosques. Aclaro qu yo no soy el empresario que los corta, ni el fabricante que transforma la pulpa en papel, la celulosa; ni el camionero que transporta los troncos a la fábrica. Me pregunto, ¿porqué me culpan de los gastos, cuando hace tiempo que no compro folios, ni cuadernos?
Retomo la primera frase. Si tomamos notas en un cuaderno, en un folio, pueden extenderse, de tal manera que ningún escrito quede huérfano o expósito. Ambos soportes son necesarios, hasta tal punto que, en muchos casos, no es importante el soporte, sino el escrito.
Hoy no me encuentro muy lúcido. Mejor suerte la próxima vez.

sábado, 11 de agosto de 2012

Empezando

¿Quién no ha escrito por primera vez el capítulo del inicio de una novela? Muchos, no es posible, pero sí un número respetable. Escribir el primer episodio es todo un reto, y una hazaña, acabarlo para un nuevo capítulo. Luego, ese cuaderno, o está guardado, o se ha perdido.
Queda, pues, la huella del intento, y que se repetirá en más de una ocasión: cuando el arte habla.

viernes, 10 de agosto de 2012

Taller y combustible

En la imagen se refleja, de manera compositiva y surrealista qué es un Taller de Escritura. Cabe de todo, o casi. Está claro que es un mundo a parte que hay que tener en cuenta. Porque en un Taller no se repara, se aprende, y el combustible es el lenguaje, y hay maneras de reparar (ahora, sí) cuentos o composiciones tímidas o poco acertadas. También en el Taller hay sinergías y energías que chocan. Y, en ocasiones, falla la impresora, y es imposible presentar el trabajo del día. Pero, por suerte, este fallo improcedente y sorpresivo, se perdona. Más importante es asistir al Taller, y ver que otro mundo se esfuerza por mostrarnos una serie de realidades internas que desconocemos.

jueves, 9 de agosto de 2012

Cosas


Cualquier nota es importante, o depende, en este caso, de la importancia de la misma, que suele ser por categoría o peso. Cada nota suele ser el puente para un trabajo más extenso. De ahí que cada nota tenga su importancia.
Por otra parte, estoy escribiendo, y es posible que estas palabras no equivalgan a nada. En cuyo caso, el resultado de tal acción, es cero: o como dejó señalado un escritor, que había escritores, que los hay, que, aún escribiendo mucho sobre todo, nada dicen, y que no resultan ser buenos; y arregla: que los escritores que dicen mucho, con menos espacio, llegan a la esencia de la escritura. En fin, que hay cosas que es posible modificar. Pero el arte de cada uno depende de factores iguales y diferentes.


miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Es seguro el soporte digital?

Escrito a mano, es posible que no dure mucho. Muchos escritos se han perdido; pero, digitalmente, la seguridad está entredicho. Por ejemplo, digitalmente, en su soporte, también se degrada, y eso se nota. O, en algún momento, el ordenador deja de funcionar. Y esto es un gran problema que hay que mirar. Las piezas son más pequeñas y sofisticadas; pero de mantenimiento más dudoso. Ahora crean los ordenadores para que resistan menos. Con más defensas, pero que se encuentran, en el fondo, más debilitados a ataques exteriores de la propia Red.
De manera que el debate se ha abierto; pero, donde dije digo, digo Diego, no se ha resuelto del todo. El soporte ha de evolucionar para que todo sea compatible.

martes, 7 de agosto de 2012

Escenas de caza

Pertenece a un códice iluminado. Está hecho con premura y cuidado, y refleja una tarde de caza de esa época, en donde el noble o señor de la tierra, podía permitirse ciertas libertades. Tal cómo lo vemos, esta escena es curiosa, porque, de otra manera, está claro que el jabalí irá a parar al banquete feudal de este déspota.
Sufrirá el jabalí, la pieza, bastante, acosado por la jauría de perros, hasta tal punto que, en este caso, morirá, o de agotamiento, o por un escopetazo, que lleva uno de los jinetes a caballo, de tal manera, que, el jabalí será póstumo testigo de su derrota, y de la victoria de este bruto, que sólo se dedica a cazar cuando se aburre, cuando debería dedicarse a otras cosas. En fin, lo siento por el jabalí, es una lástima que, por esa época, la caza fuera algo más que un deporte.

lunes, 6 de agosto de 2012

La escritura del otro

Este manuscrito pertenece a una de las obras de Charles Dickens. Hay borrones, frases tachadas, corregidas y un sinfín de observaciones.
En Dickens podemos encontrar que era muy perfeccionista, y que el oficio le acarreaba tanto placeres, como sinsabores. Dickens se convirtió en un autor de bestsellers de su época, y el más aclamado.
No era extraño: en pleno siglo XIX, la pobreza en Londres, las injusticias en el mundo, y la aproximación de una guerra, era más que evidente. Pero Dickens era un autor social: el primer escritor que creó el llamado Realismo Social, que llamaría a Zola, para que, con un poco de lucidez, el propio escritor francés, fuera el precursor del Naturalismo. Se puede decir que casi todos los escritores de la época se guiaron por Dickens.
Hay varios ejemplos en España: Benito Pérez Galdós, pero con un cierto aire costumbrista, y que su descripción de los personajes (casi caricaturizados) nada tiene que envidiar al prolífico escritor inglés -que era tan prolífico como el propio Galdós-; debe ser cierto que la escritura de los otros inspira.
Hay que ser, sin embargo, realista (sin mayúscula, ¡académico!); ninguno de nosotros puede escribir mejor o peor que Dickens o Galdós, o de cualquier otro autor. Basta con la imitatio latina, pero de ninguna manera llegaremos a tal efecto.
Cierto que hay un ejercicio para mejorar la escritura. Pegar papelitos, a la hora de escribir un cuento, con el nombre del autor favorito. Funciona; pero soy de los que piensan que, en ocasiones, es mejor volar solo, pero con un mapa y una brújula.

domingo, 5 de agosto de 2012

Escribiendo, casi siempre

Y eso no es todo. Cada día busco algún tema que pueda interesar; pero el reflejo es uno mismo. Siempre se escribe a partir de uno mismo.
El interior es interesante; pero esto es un apunte. Como en los sriptorium medievales, siempre se tendía a guardar las obras de interés, con un cuidado artesanal. Gracias a eso, se salvaron millones de obras, entre poemas, novelas y ensayos (sobre todo, ensayos filosóficos) y obras religiosas. El único defecto de esa época suponía que los códices salían muy caros. Un campesino no podía permitírselo, pero sí un noble o un rey erudito y acaudalado.
No lo tenemos en cuenta, pero somos unos privilegiados. El único defecto es que, con la crisis, el pecunio decrece, y los libros se encarecen. Hay una multitud inmensa de obras que no podrán leerse, porque doblan todas las poblaciones, y  harían falta miles de vidas para abarcar todo el despiadado mercado literario.
Pero no se olvida, no lo olvido, escribir siempre, sin ninguna intención de publicar, pero sí compartir las ideas y tribulaciones. Es indudable que, a este paso, retrocederemos a una Edad Media digital, si todos estos saberes se pierden como lágrimas en la lluvia.

sábado, 4 de agosto de 2012

Más sobre Diarios


Bueno, escribir un Diario es siempre un ejercicio sorprendente. Sin ir más lejos, se mejora la manera de expresarse. Y se aprende a saber contar mejor los acontecimientos, o los pensamientos que, en ese momento, pasan por la mente, pero es imposible expresarlos.
Por cierto, que la etiqueta Escribir debe de haberme poseído, o quizás estoy intentando comunicar algo que no puedo precisar, por mucho que trate sobre la escritura. En fin, un Diario, nunca es aburrido, sino que, en ocasiones, resulta fas-ci-nan-te.
Intentadlo.




viernes, 3 de agosto de 2012

Hojas y hojas

Es increíble lo que puede dar de sí esta pila de cuadernos. Porque puede dar mucho. Pero, en la imagen, se encuentran sin estrenar, preparados para emborronar sus páginas, para las notas que se ocuparán de nuestros pensamientos.
O de dibujos, o de un poco de todo. Porque un cuaderno hay que escogerlo, es un buen acompañante, siempre dispuesto a las influencias, y, sin duda, a la conexión de su dueño con la escritura.
El cuadernos siempre te acompaña. No importa si son lisos, a rayas o cuadriculados. Entre los lomos hay historias y teorías que difundir, o secretos y tristezas que ocultar, o unos días de solo y otros de lluvias.
Por suerte, ya no me compro. Sencillamente, los fabrico artesanalmente, en mi Hyeronymuscueva; pero no son como los de la imagen, sino más sencillos y primitivos: folio y cartulina.
Hay tiempo para todo. Nada sobra, porque, al crearlos para mi uso, logro una comunicación más libre, y sé que las notas, las leeré yo. Y que me servirán en algún momento. Luego, están las notas o apuntes que no sirven de nada, pero que servirán en el futuro.
Y el futuro siempre es presente. Y no se para nunca.

jueves, 2 de agosto de 2012

Y, ¿porqué no dibujar?

La escritura tiende a hablar de sí misma durante demasiado tiempo. Este diálogo se convierte en un monólogo que puede terminar en el tedio más absoluto. Por eso, la escritura también puede acompañarse de dibujos. Ya no es un diálogo solitario...; pero mi teoría es enclenque.
Cada uno que escriba como desee. Pero el cuaderno es una herramienta tan sutil, que cabe de todo. A Da Vinci le debemos mucho. Él inventó los "cuadernos de notas", sea libretas, folios cosidos, o una larga lista de apuntes y de notas varias.
Sólo queda la enorme satisfacción de saber que nuestros pensamientos están ahí, y que los utilizaremos algún día. Me parece que me estoy repitiendo.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Y otro mes

El mejor momento para empezar el mes que con una cara preciosa. Pero nos tocará sufrir, continuar sufriendo con los despropósitos de la "casta política", que nos lo hará pasar peor. Nos queda la esperanza de que, en este mes, sean mínimos los incendios. Muchos veraneantes han perdido todo, aquí, y en todas partes.
Pero, por suerte, el mundo no se acaba. El mundo se acabará cuando lo decidamos nosotros, y no unas alarmantes profecías que cubren más de oscuridad nuestras existencias. Sin embargo, tendremos que ver como transcurre el mes, con sus altibajos, y unos JJ. OO. en Londres, que no se nos están dando demasiado bien.
Por lo menos, Rajoyman no ha insistido en que ganemos en estas reuniones; pero, más vale que se vaya poniendo las pilas por si sucede algo.