La escritura tiende a hablar de sí misma durante demasiado tiempo. Este diálogo se convierte en un monólogo que puede terminar en el tedio más absoluto. Por eso, la escritura también puede acompañarse de dibujos. Ya no es un diálogo solitario...; pero mi teoría es enclenque.
Cada uno que escriba como desee. Pero el cuaderno es una herramienta tan sutil, que cabe de todo. A Da Vinci le debemos mucho. Él inventó los "cuadernos de notas", sea libretas, folios cosidos, o una larga lista de apuntes y de notas varias.
Sólo queda la enorme satisfacción de saber que nuestros pensamientos están ahí, y que los utilizaremos algún día. Me parece que me estoy repitiendo.
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