Momento en que la noche se convierte en tu compañera; en donde puedes crear, pero también, no sacar nada. En ocasiones, es imposible, porque las ideas danzan a tu alrededor, como espectros, y luego accedes al acto de crear, cuando, en ese instante (que parece eterno) la creación se escapa de los dedos. O de las manos.
Es un nocturno inacabado.
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