Entradas Universales

lunes, 30 de septiembre de 2013

Entre otras cosas

Septiembre acaba hoy. Un mes en donde se continúa, según Mas, con la idea loca de la independencia de Cataluña, a la que se ha sumado Bildu, pidiendo lo mismo para el País Vasco en Francia. Un mes de divisiones, de cuestiones que abren heridas, y de disensiones que no llegan a parte alguna. Se ha sumado José Luis Caritg, con el mismo adoctrinamiento, y ya lleva varias semanas en su página esotérica.
Cuando se suma esto a la política, pueden salir dañados los mismos que defienden posturas extremas, y se dedican quemar banderas y fotos de la monarquía. Y lo peor no es eso. Cuando estos mismos pensamientos contaminan el aire, la división se convierte en un juego muy peligroso. Mas ha viajado a Bruselas, y le han recibido con las puertas cerradas. No se ha enterado que no basta inventarse un país donde hay una provincia o una comunidad; pero sólo lo dice, pues ahora sólo odian al Gobierno, no a los españoles, sean de donde sean, claro está. Pero después de tanta cicuta, ya no le tragamos. Son muchos años soportando desplantes, y diciendo que los españoles robábamos a Cataluña, cuando él despilfarra todo el dinero por esa ideología dañina y morosa.
No se trata de escuchar, sino de ser uno con todos, no uno contra todos. Pero a Mas le da igual, porque, cuando le interesa, habla en catalán, y cuando no, en castellano. Su doble rostro no ha de dar miedo, sólo compasión, para compadecernos de su doble juego, que ya no le sale. Mas es un engañabobos que ya carece de toda la gracia y. además, camina sobre arenas movedizas. Seguramente, le tragarán.
Cambio de tema: Hugh Jackman, desinformado, sostiene una camiseta proetarra en el Festival de Cine de San Sebastián. Ciertamente, que a Lobezno no le avisaran tiene delito. Supongo que, cuando vea las noticias, le van a faltar garras para arreglar su inconsciente acto (del cual no es culpable, es sólo un despiste) y tendrá que pensarse aquello de los X-Men, porque sus seguidores no pensarán lo mismo en pantalla. Eso sí, le felicito por el merecido premio de Cinemaldiak, todo un homenaje a su carrera. También lo recibió Willem Dafoe en su momento, y es un actor más brillante que el propio Jackman.
Y nos vemos el mes que empieza mañana.

domingo, 29 de septiembre de 2013

McFly no era un león

En el año 1995 me dirigía al Cantón de la Avenida de los Toreros, después de tratar de limpiar una calle inmensa que no había por donde cogerla. Como mi trabajo fue infructuoso, me llegué a la hora de la salida, con José Luis, un compañero y amigo, al que despidieron, ese mismo sábado, conmigo. Un despido injusto, porque el encargado, del cual no diré su nombre, me obligó, de mala manera, a regresar a la calle, en vez de llegar a las 13.30, como era obligado.
En un primer momento, me hirvió tanto la sangre que me entró la tentación de cargarme la furgoneta de la empresa a palazo limpio. Pero el encargado aprovechó que le había mandado lejos hacia los detritus y excrementos, que tras ese insulto (ese día me encontraba quemado) salté como un león, pero un león acorralado, cuando no se puede respirar.
Este hecho, que, en un primer momento, puede parecer extraño, fue la gota que colmó el vaso, porque el encargado me pidió que firmara un papel en blanco, al que me negué, y trató de obligarme con maneras aún más primitivas: la violencia y la intimidación. Pero seguí en mis trece, hasta que el encargado me prohibió ir a trabajar, y ordenó cerrarme las puertas. No lo firmé, pero el domingo ni aparecí, hasta que me llamaron para recoger el finiquito, y la indemnización y la documentación del paro.
De todas maneras, mi despido fue injusto, como lo es ahora en tiempos de crisis. Pero nunca me he amedrentado. Por otra parte, esto es agua pasada. Y ahora, los contratados con el contrato indefinido, en la limpieza de las calles del Ayuntamiento, se dedican a pedir un 5% de subida, cuando deberían pedir el doble o óctuple, y, desde luego, que una cantidad tan pequeña de subida es ridícula.
Si se me permitiera viajar en el tiempo, quizás hubiera actuado de otra manera; pero McFly no fue nunca un león. Pero el pasado, en pasado se queda.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Cuando nunca llueve, pero llueve

Me refiero al momento en que la empresa se extingue. Poco después del último día en el que trabajé en el Catering, pasaron los años, y la empresa cambió de nombre tres veces. Eso significa que cambió de propietario esas tres ves, con un convenio muy dudoso. El último nombre debió ser su canto del cisne, porque quedó transformada, en el Barrio del Aeropuerto, en una empresa de alquiler de almacenes o trasteros.
Durante años había odiado a todos aquellos que permanecieron en la misma, mientras a mí, me despidieron sin la oportunidad de defenderme. Sencillamente, después del acoso laboral, me dieron puerta, y acabé con el sistema nervioso destrozado. Me recuperé años después de que se me diagnosticara en el Hospital, en la Planta 8, Psiquiatría, una Esquizofrenia Paranoide hereditaria y crónica. Es posible que, en el pasado no fuera consciente de ello; pero mi odio dejó de aumentar cuando, años después, y ya más talludito, la empresa se había ido al carajo por las dudosas mafias de la misma empresa. La misma mafia que me envió al paro.
Sentí que también despidieran a los empleados sin indemnizaciones durante un par de días; luego me dije, es demasiado tarde, y luego me dije, que si estaban en ese estado se debía, sobre todo, por comportarse, algunos, como unos completos miserables (por no decir algo más gordo que se no se olvida) y me dije: ¡joderos! Por lo menos, a mí me dieron el finiquito y una escasa indemnización; pero esos estúpidos, que me guiñaban el ojo con malicia, se quedaron sin paro y a dos velas. Ya lo dice el refrán: quien ríe el último... 

viernes, 27 de septiembre de 2013

Cuando no ruge la marabunta


El esfuerzo es tremendo, sobre todo, cuando el cuerpo no acompaña, y deja huellas de heridas pasadas. Las heridas pasadas no pueden perdonarse, pero no se pueden curar, desde luego.
Cada momento es importante, y más cuando cada día se intenta escribir una entrada. Las energías me está fallando, hasta tal punto, que la propia resistencia se debilita.
Pero la marabunta no ruge. Ruge cuando, en muchas ocasiones, se tiene la sensación de no escribir nada original. Pero, por lo menos, se trata, en este caso, de continuar escribiendo.
Escribir porque el final no ha llegado, y cada día es más luminoso que el anterior. Y esos días no han de perderse.
Dejaré que ruja la marabunta, que la capacidad creativa no rubrique su final. Porque la escritura es necesaria, inútil muchas veces, porque como dejó escrito un autor, no se ha de forzar a leer a aquel que no desea leer, y más razón tiene, cuando el imperativo lleva hipocresía.
Pero, ¿en qué lugar quedan los que escriben, que dejan un legado en una Red que no olvida, o en los archivos, o en los folios que se guardan y amarillean? ¿Dónde quedan?
Luego, la marabunta avanza. Pero el Darkseid Omega de la imagen no es el final. Pero los días pasan, y ser fiel a la escritura es demasiado complicado. Y cuando no ruge la marabunta es peor.

jueves, 26 de septiembre de 2013

En ocasiones, los delfines no escogen las reglas

Ahora que lo pienso, el encargado del fregadero en el Catering no era un gnomo, era un hobbit pero un hobbit con muy mala baba. Al principio me atendía con cariño, porque mi tío trabajaba como uno de los jefes de cocina, en cocina, que era el departamento que se encontraba abajo. Tuve la suerte de callar que yo conocía a mi tío. Pero el hobbit decidió que, para conocer mejor al equipo del fregadero, consistía en asistir a una cena con todos.
Como siempre he sido susceptible, según el ambiente laboral, de estas situaciones, que son para mí incómodas, alegué que no podía ir, en mi defensa, porque por esos años iba al gimnasio, a aumentar masa y peso, porque parecía demasiado fibroso. No asistí a la cena, y al día siguiente, tuvo lugar una conversación de lo más rara. La transcribo a continuación:
-¿Por qué usted no asistió a la cena?
-No me gustan las cenas.
-Pues a todo el mundo le gustan las cenas.
-En familia; pero decidí ir al gimnasio. Ya se lo dije.
-A mí, usted no me dijo nada.
-¡Pero si se lo comenté ese día, precisamente, que no podía asistir.
-Usted es un malqueda.
-¿Por qué?
-Porque no asistió a la cena con los compañeros.
-Ya le he comunicado que no me gustan las cenas. No me siento cómodo.
-Es usted un malqueda.
-¡Pero si le avisé! (en este momento lo debí ver todo rojo, porque la sangre empezó a hervirme de ira, y la bestia empezaba a despertarse)
-Todos los que no asisten a una cena de trabajo no son buenos trabajadores, y usted es un malqueda.
-Malqueda-repitió el hobbit con mala baba-malqueda.
Miré al diminuto. Durante más de diez minutos hasta llegar a la hora, estuvo repitiéndome eso de "malqueda", hasta que estallé. Y lo dije porque me salió del alma. Ya tuve en el pasado, en otra empresa, lío porque los dos últimos años, no asistí a la cena de Navidad. Ni me cayeron bien los compañeros, ni era mi obligación asistir, teniendo en  cuenta que uno casi me revienta los pulmones con sus manazas, porque ambos teníamos un mal día, y él se pasó con los insultos, hecho que aproveché, no para insultarlo, sino para afilar la lengua y herir con las palabras bien dichas, que duele más. Respondí:
-Yo vengo a trabajar, señor, no a hacer amigos.
El rostro del hobbit parecía un Cubo de Rubik, desordenado y descolorido.Y es que, en ocasiones, los delfines no escogen las reglas. Era un hobbit cojonero.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cuando el transporte no es un utilitario

En interurbano el viaje es más tranquilo; pero se llega antes en automóvil, o se demora uno más de la cuenta. Y con este calor, es aconsejable el interurbano, porque el aire acondicionado viene incluido en el billete. En vehículo utilitario el viaje es aún más rápido pero, en ocasiones desagradable. Puedes llegar, o te sale un conductor kamikaze por el camino que se cree que está corriendo las 24 Horas de LeMans, y eso es insoportable, porque no son conscientes del daño que pueden llegar a provocar.
Claro que la Ley, en ocasiones, se pone del lado del kamikaze, y es mejor y más seguro un avión o un interurbano. Un avión, porque como defiende el Hombre de Acero, estadísticamente es el transporte más seguro; pero en la tragedia de Spanair, el héroe no se hallaba en ese momento. Tenía cosas más importantes que hacer, como salvar el Universo y otras milongas.
También hay accidentes en autobuses o coches de viaje, tal como se llaman. Pero suele ser, o un error humano, o el chófer, que iba hasta las trancas de alcohol y lo que te daré morena. Y así, el accidente se presenta sin avisar, con la sangre en el momento más inoportuno, y con las víctimas, que suelen salvarse demasiado tarde. Pero esto es sólo un comentario más. Eso sí, ¡cuidado con los conductores kamikazes!

martes, 24 de septiembre de 2013

Tiempo extraño

Curiosa imagen. ¿están recuperando algo? Esa gran rama debe de imponer lo suyo, porque está claro que intentan recobrar algo, o la rama es para ayudar a alguien. Hay un nadador a la izquierda, cerca de la orilla. La imaginación no tiene barreras. Seguramente quieren llegar muy lejos, pero con la rama de un árbol. O están limpiando la playa. ¿De qué? No hay contaminación a la vista. Corren tiempos muy extraños. Esto que hacen, según cada uno lo interprete, o es una gamberrada, una especie de pesca, o una suerte de excentricidad.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Días soleados

Estos días del Veranillo de San Miguel, una pequeña pausa veraniega en el tiempo que se aproxima, que será algo frío, y que se retrasará, como todos los años. Momentos en los que me entra algo de modorra, por el calor. Hemos pasado calor, durante casi todo el verano. Llegó un momento en que, como en otro año, el frío invadió el verano (no recuerdo la fecha); pero es el momento de escribir, de tomar notas, y utilizarlas, para crear composiciones literarias.
Aunque no lo parezca, nuestra vida no está cuadriculada, ni calculada. La vida fluye hasta la muerte, que es el final. Y la escritura ha de fluir como la vida. La sorpresa es que la escritura no muere, sólo se olvida.
Pero la escritura es contra el olvido. Y permanece. Cada uno es libre de empezar a escribir en la cuadrícula cuando le interese. El testimonio es libre.

domingo, 22 de septiembre de 2013

El enigmático peligro de las páginas en blanco

Singular peligro pues, de esta manera, se tiene a mano la pluma, pero no sale nada de ella. Suele ocurrir. No pasa nada. El enigma consiste en que, de alguna manera, no es probable que no se pueda escribir nada. Es posible escribir, pero no una obra maestra a la primera. Habría que ser un superdotado para no golpearse con las hojas en blanco.
El peligro consiste en que, de alguna manera, que la hay, es posible escribir. Y es aconsejable, escribir lo que se te ocurra. Pero, por lo menos, la situación acompaña, cuando es posible escribir, por lo menos, un texto para salir al paso.
Cuando se escribe con la intención, la palabra sale. Y si la intención es probable, entonces es posible escribir. Basta con querer escribir. No importa lo que se escriba. Importa, no batallar con la página en blanco, sino empezar con alguna frase que no tenga que ver, y extraer el mensaje con la escritura.
Pero esto no es un consejo. Páginas en blanco las hay siempre. Pero el deseo de escribir se encuentra, siempre, presente.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Ultraman


Ultraman pertenece a una Tierra alternativa en donde es una especie de Superman negativo. Es un enemigo acérrimo del kryptoniano, y su odio es tal que, cuando puede, le empotra una luna o algún mundo al Boyscout que le provoca temblores. De hecho, Ultraman, el organismo de este negativo, no le afecta la kryptonita, sino que le otorga fuerza y renovadas energías.
Ultraman pertenece al Sindicato del Crimen, el negativo de la Liga de la Justicia, y no es la primera vez que ambos grupos se han enfrentado a muerte.
Si Superman es el padre oficial de los héroes, Ultraman es la respuesta al género de los villanos, y sin duda, uno de los más poderosos, y no se anda con chiquitas a la hora de matar, porque no tiene ningún respeto por la vida humana, en más de una ocasión.
Conocida es de sobra la falta de moralidad de los villanos, pero el reflejo de Ultraman es excesivo, porque lleva una serie de informes, y tiene ganas de vengarse de Superman, porque, hace tiempo, su planeta de adopción estuvo a un tris de ser destruido.
Con los Nuevos 52 la cosa cambia; pero se iguala. Se establece un Nuevo Orden Mundial, en donde el Sindicato del Crimen campa a sus anchas. El cómic, como siempre, muestra la realidad que estamos viviendo. Nos avisa de un Nuevo Orden Mundial (NWO) en donde las libertades se convierten en dudosos derechos para unos pocos, y el robo de las mismas, en la esclavitud futura del ser humano, por humanos más poderosos en el Poder, y sin escrúpulos.
Si Superman respeta la vida, Ultraman la rechaza. Se sabe poderoso y nada lo detendrá. Después de todo, el Sindicato quiere hacerse con el Planeta Tierra, tiranizarlo, pero su mundo de origen también corre peligro.
Ante la falta de ética del Sindicato del Crimen, la Liga de la Justicia, o la Justicia Oscura, tratarán por todos los medios de evitar la carnicería. Pero si Ultraman es más poderoso que Superman, criminal, carente de escrúpulos (como muchos políticos corruptos), ¿nos quedará alguna esperanza de que el buen chico de Kansas logre salvar el mundo, a costa de su vida? Por suerte, Superman hará lo correcto, parlamentará y, si no es posible, dejará paso a la hora de las tortas, porque ha de enfrentarse a su Némesis, le guste o no. Lex Luthor es un recuerdo.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Cuentacuentos

Hace años que se ha recuperado la figura del Cuentacuentos, esa especie de abuela que se reunía a la luz del fuego, y narraba historias mágicas tradicionales, para convertirse en un profesional de la palabra, que es invitado a todas las Bibliotecas. Sustituye a la artificialidad de una película en deuvedé, y las historias son originales porque participan los niños, que son los que completan la historia, al preguntar el Cuentacuentos profesional, con un guión creado por él mismo, y que es fascinante, porque lleva al crío a otras experiencias, retomando y defendiendo valores que nunca debieron desaparecer.
Es impresionante la alegría con que estos profesionales de la palabra, que cada día han de crear un nuevo cuento, y mostrarlo al pequeño público, para que participe. No olvido como, cuando leo en la Biblioteca, en esas tardes de cuentacuentos, los gritos de alegría y de emoción de las vocecitas que han entrado en un mundo aún no descubierto.
Por suerte, los Cuentacuentos están ahí para ejercer, casi de educadores, evitando el drama de los malos ratos, y alimentan con oxígeno, unas mentes que, en el futuro, construirán un mundo mejor que en el que vivimos. Siempre queda la esperanza de que será un mundo mejor.
Por eso, espero que haya más vocación para contar cuentos (no los de los políticos, que lo estropean todo, con su vara de medir), para que el mundo mejore, y que no tengamos que arrepentirnos de nuestra existencia, sino sentirnos orgullosos.

jueves, 19 de septiembre de 2013

No cerréis los cuadernos

Nunca. Si acaso cuando se ha finalizado la última página, para abrirlo y consultarlo. Sabido es que no hay nada nuevo bajo el sol, y sabido es que las fechas están o no escritas, e incluso bailan y se fugan, en una singular tocata u fuga. Las palabras, atrapadas en estos cuadernos, muestran, sobre todo, una capacidad increíble para inspirar. Naturalmente, antes de escribir hay que tomar aire, relajarse y estar dispuesto a escribir todos los días. O los días seguidos posibles, naturalmente.
Pero los cuadernos forman parte de nosotros. Los llevamos en el colegio o escuela, en el instituto y la universidad. Son los testigos de nuestros conocimientos, con nuestras notas y apuntes y una infinidad de tareas más. Perderlos significa perder aquello que fuimos hace tiempo, o que lo somos ahora. Pero creo que me estoy demorando demasiado. Después de todo, en los cuadernos descansan nuestros pensamientos y memorias, y aquel relato que quedó incompleto, o notas para esa novela que, en algún momento, vuele al procesador de textos.
Es emocionante saber que, desde que se creó el papel, el ser humano siempre ha estado dispuesto a demostrar que el saber es infinito. El saber oficial, y esos saberes ocultos que denigramos, pero que están ahí, presentes. Y sorprende, sobre todo, que esos mismos conocimientos se salvaron por los copistas y el propio monarca o noble que mantenía vivo el saber de los filósofos, o los grimorios y libros de alquimia, tan presente en nuestra época, tan misteriosa como siempre.
Y, entonces, empezamos a darnos cuenta de que la palabra nunca muere, que se ponga en el soporte que se ponga, la escritura se encuentra entre nosotros, hasta el punto que, si no podemos recabar información y plasmarla, nuestra incomunicación sería catastrófica.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Diosas


Desde luego que las diosas alimentan a los poetas. Por lo menos, con ideas líricas, y suelen ser musas, de tal manera que, nos guste o no, hay Musas de casi todos los géneros.
Las Musas, y creo que ya escribí alguna entrada sobre este tema, en cambio, en estos tiempos, tan técnicos, apenas las necesitamos, pero que alguna ideas luminosa llega. No muchas, porque el dominio de la técnica gana en habilidad, y me refiero a los recursos para escribir algún relato, o alguna poesía. No hay que rechazarlas. De hecho, Homero inicia con La Odisea pidiendo inspiración a la Musa para que le lleve a buen puerto la epopeya que narrará con competencia y sabiduría.
Vivimos en tiempos en que la epopeya sirve para poco. Nuestros tiempos no son legendarios y, en cambio, son poco inspiradores. Hay sólo tragedia, y las tragedias no venden. De hecho, nuestra epopeya es bastante triste, porque el mundo ya no se rige por valores, sino por intereses. Y esos intereses son espurios, es decir, no tienen peso ni valía. Por eso, de momento, es mejor dejar que descansen las musas, esas diosas que nos inspiran, y reflexionemos un poco más en la época que estamos destrozando. Siempre hay alguien que se queda con la mejor parte del pastel.

martes, 17 de septiembre de 2013

De los apuntes personales

Apuntes valiosísimos que revelan la personalidad del escritor. Porque un escritor siempre está escribiendo, hasta tal punto, que forma parte de su existencia. El desorden, por ejemplo, suele ser ejemplar. Una misma obra puede extenderse en notas, folios, cuadernos y una cantidad ingente de material, del cual sólo se utilizará la mitad, hecho contrastado, porque ahora las imprentas son más rápidas. El escrito nace en los folios, a mano, de puño y letra, y se desarrolla en el ordenador, en el procesador de textos.
Esto facilita mucho las cosas. El batiburrillo que se arma es demencial, y ordenar cada manuscrito es un trabajo de constante investigación, por parte del propio autor, que no sólo trabaja en su novela, sino que la moldea y le da forma. En esto, la originalidad no existe.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Pláticas


Parece que la tarde sería solamente en ir y volver, en regresar, y, sin embargo, hay personas con las que hablar por el camino, con las que, de alguna manera, platicar y comentar la percepción de cada uno de la política del país. Y eso sin buscarlo. Claro que, en horario de trabajo es hasta sorprendente. Aún quedan energías para tratar de mejorar el mundo. O se intenta. 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Lecturas

Es curioso para el lector acostumbrado a millones de libros y lecturas que cada obra sea novísima, y eso que hace tiempo se publicó. Y luego, la sensación de que lo leído merece la pena. Ninguna novela es desechable. Cierto que hay malas y mediocres, y pocas veces hay calidad, pero se disfruta leyéndolas. La mayor parte de las novelas de grandes ventas son bestsellers, los más vendidos. El mercado está tan saturado, que incluso esos mismos libros, dejan de tener valor pasado un tiempo, y lo recuperan más tarde. Hay novelas que siempre se venden, por muy mal escritas que estén. Lamento que haya lectores que las leen. Eso indica que no saben distinguir un vino peleón de un Rioja auténtico. Suele pasar.
Hay otras lecturas que tardan mucho en venderse. Escritas duramente, en donde el escritor ha demorado años hasta crear un supuesto filón. Filón que es probable que no vea la luz, porque la suerte tiene mucho que ver y, seguramente, la conjunción planetaria (siempre que el Sol no gire alrededor de la Tierra) y entonces nace el milagro.
La ansiedad de publicar es parecida a la tensión por dar un nuevo paso. Y hay novelas que se quedan en el cajón, durante un tiempo prolongado, hasta que el autor se olvida de ella. Entonces ocurre lo siguiente. Trapiello lo define muy bien, porque a él le ha pasado. Estaba escribiendo una novela, la terminó de escribir, pero como no le convencía, la guardó durante un par de años, y cuando le pidió el editor una novela de misterio, recurrió a la novela del cajón, que iba, vagamente, de ese mismo tema. Pero se dio cuenta de que no tenía nada que ver. La quemó, y escribió otra nueva. ¡Quién fuera Trapiello...!

sábado, 14 de septiembre de 2013

Otra entrada

Esta imagen dice mucho del artista al ilustrar la mitología. Venus y Marte en pleno lecho, incestuoso, de tal manera que, en este caso, la mitología es siempre reflejo de la moralidad o inmoralidad divina. Cada uno puede extraer sus propias conclusiones, de tal manera que, en muchas ocasiones, la situación es el espejo en que se mueve la especie humana: la infidelidad y el engaño. Y así es, por los siglos de los siglos.

jueves, 12 de septiembre de 2013

A la espera

Esperando esa historia que se desea narrar pero que no sale. Esperando escribir, en el momento, alguna narración que no llega. Esperando leer, sobre todo, para poder escribir. Y lo más importante: esperando que, a la hora de escribir, esto merezca la pena.
Pero puede pasar de todo. Los momentos no se suelen repetir, de tal manera que, en muchas ocasiones, no es necesario forzar la escritura. Pero siempre se está a la espera. A la espera del momento crucial para escribir.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Legando escritura y literatura

Con los cuadernos siempre se lega escritura. Una herencia que logra, en ocasiones, llenar de emoción. El cuaderno es una suerte de códice en tamaño reducido, con la rúbrica del autor y sus errores, si los tiene, sus notas y pensamientos, sus apuntes que reflejan su mundo. No he puesto realidad, porque cada uno lleva la suya en sus espaldas, de tal manera que, en muchos casos, la realidad modifica y cambia, y también la percepción interna desde el exterior. Y va por cristales de distintos colores o combinados.
Por eso, si algún día se lega el cuaderno de otro, se queda con el obsequio de un tesoro a descifrar. Y eso, a pesar de lo escrito (importante o no), y acompaña el espíritu de la propia persona. Porque la literatura nos ha legado manuscritos valiosos, de una potencia literaria tal, que se quedan durante el paso del tiempo. Pero este apunte lo pasaré, más adelante, sobre el legado intemporal de la Literatura, a la etiqueta Pormenores del Tiempo. Me refiero a esta parte.
Concluyo que dejar un cuaderno de notas es el mejor legado cultural, sea del tema tratado o de las cuitas y dolores del plumífero que lo escribe.

martes, 10 de septiembre de 2013

El momento de escribir

El momento de escribir no se elige. Ocurre lo mismo que con los libros. No se elige leerlos, te eligen. Hay días en los que nada ocurre, y sucede que ese no ocurrir es no momento. Entonces, no es necesario escribir, y esperar. Pero llega el momento en que la hora de escribir es irremediable. Y ya no se escribe por obligación, sino por placer.
Claro que, el momento da igual, porque se puede escribir en cualquier momento. Y ese momento, llegará, tal como me llega a mí todos los días. Pero eso se andará, y cuando se camina, se hace lo propio y con placer. Llega el momento en que se convierte en una necesidad.
Y, en el momento de ponerse a escribir, el azar es circunstancial. Si has de escribir escribe. Y nada queda pues, al azar. Porque soy de los que creen que no queda nada al azar, de tal forma que, como Einstein, Dios no juega a los dados con el Universo (pero bien puede no ser así), y he aquí, que acabo este breve apunte.
Nos vemos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Líneas infinitas

Las líneas nunca se acaban. Siempre hay espacios que rellenar, que lograr el interés. Pero cuando se agota una línea, llega otra, y otra. También los párrafos. Pero esto es un apunte, no un ensayo. Como apunte, uno se da cuenta de que la escritura abarca todo, o casi todo, y este abarcar es un abrazar continuo de la escritura. Se podrá acabar el mundo, pero no la escritura. Se podrá acabar el pensamiento, pero no la escritura. Es posible que el vacío acabe inundando todo el universo, pero se seguirá escribiendo.
También es posible que la Red se expanda y, por ese mismo hecho muera, pero se seguirá escribiendo. Será por escribir... Las líneas son infinitas y los renglones numerosos, y más de uno necesitará de todos los géneros literarios para que la escritura siga fluyendo, y sea libre. Pero libre no es del todo.
En ocasiones, la libertad, siempre se cobra un precio, que es el precio de no poder escribir lo que quieras, sino lo que te dejen. La propina, por supuesto, no es muy elevada.

Pasando página, hoja tras hoja



domingo, 8 de septiembre de 2013

Con tiempo

...o sin él. Siempre busco algunos momentos para escribir. Casi nunca los encuentro. O, en ocasiones, porque las ideas no vienen fácilmente, hasta el punto de que, en todo momento, el tiempo es importante, o con tiempo. Siempre hay quehaceres que atender, quehaceres que llegan y se quedan, pero continuo escribiendo.
Siempre al acecho de la noticia o de la escritura del momento, de la toma de apuntes en el ahora más inmediato; de atrapar la realidad (o realidades) con los dientes, de tal manera que, no se deja atrapar, pues es conjuntamente, demasiado libre o salvaje. Pero dependo del tiempo, y el tiempo no espera a nadie, ni por nadie. Con tiempo, todo se puede.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Ciudad Candidata...

Casi todos los canales se han puesto de acuerdo para emitir el resultado de la candidatura de Madrid para los JJ. OO. del 2020. Teniendo en cuenta que lo lleva intentando desde hace una década, poco importa el resultado, porque nos podemos llevar una sorpresa. No voy a vaticinar nada, puesto que se trata de los pormenores del tiempo, y es el tiempo dentro de dos horas, cuando aparecerá el resultado del COI. Prudencia y buenas maneras, y a esperar.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Libros que casi nunca leeré

Sí, porque los manuscritos medievales son imposibles de conseguir, y visto que son escasos, su valor aumenta. Pero es justo. Si pasaran por más manos, dejarían de existir materialmente. Y eso no es posible. Y menos, hurtarlos. Están bien expuestos y guardados, y es mejor así. Como nunca los leeré no me preocupa, pero no hacen otra cosa que colgar fotos e imágenes, teniendo en cuenta que, por la Red, también hay mafias. En fin, que es mejor dejarlos a buen recaudo, porque son nuestra herencia. No me preocupa no leerlos. Me preocupa no verlos, o que se deterioren, porque son notas y apuntes de épocas pasadas.
Siempre se puede soñar con ellos; además, son materia de novelas, y sirven de instrumento en narraciones de espionaje, intriga, misterio, aventuras y una larga lista porque no ha lugar, claro, porque es demasiado extensa. Pero no sucede nada desagradable. Los códices son como el Halcón Maltés, se componen de la materia de la que están fabricados los sueños.
A seguir soñando.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Spiderman, ¿aún más asombroso?

Nueva entrega del nuevo Spiderman para el 2014. Aparecerán en pantalla Rhino, Electro, un poco demasiado cambiado, por eso del look, azulito y luminoso como un árbol navideño. De todas maneras, no parece que la primera entrega, protagonizada por Andrew Garfield, pueda superar a las siguientes, que se caracterizan por los cuidados efectos especiales, y una más que poco y deficiente medida interpretación. Si ya casi la estropeó Tobey Maguire, esperemos que el asunto no llegue a más.
Como todas las producciones de enormes presupuestos, los actores han de dar el ciento diez por cien; pero algunas no pasan del noventa y cinco. Pero esperaremos a verla el año que viene, que ya se está acercando de manera peligrosa. Demos un voto de confianza a la cinta, y que no tengamos que arrepentirnos de estas versiones de versiones, y orígenes de orígenes, que uno ya está algo empachado.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Llegar hasta la línea final

Llegar hasta la línea final, es decir, escribir un folio para empezar otro. Eso es una meta de cada día. Pero yo he de llegar hasta el día siguiente, y el siguiente, y el siguiente, para escribir estas entradas. Algunas veces, lúcido, otras no tanto, pero escribo cada día. Empezando por el desierto blanco de la entrada, llenándola de inmensidades, y seguir.
Pero esto es un apunte. Nada del otro mundo, pero siempre con la mirada puesta más allá de las palabras, que se hace difícil llegar, pero que llega, o no. Y siempre, la página en blanco. No transmito mensaje, quizás sólo mis cuitas, o pensamientos, con valor en algunas ocasiones, o nulo, en otras. Pero siempre, siempre, con los dedos de las manos en el teclado, con la esperanza de llegar, quizás a ninguna parte en este universo digital que puede morir en cualquier momento.

martes, 3 de septiembre de 2013

La escritura como tema

Sí, el tema de siempre. Está ahí para comentar en todo momento. Pero se ha escrito tanto que el tema no se acaba nunca. Una suerte de entelequia, de mayoría de edad. La escritura es un tema infinito porque siempre en constante evolución, pero que se enseña con un progreso adecuado. La escritura siempre viva, siempre en movimiento.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Imaginación

Nos encontramos encerrados, en ocasiones, en nosotros mismos, de tal manera que, cuando nos abrimos, algunos tememos dañar o hacer daño. Pero, por suerte, la escritura llega en nuestro auxilio. La cárcel del sufrimiento nos la imponemos nosotros mismos. Una de las salidas consiste en evitar el aislamiento. Uno puede ser solitario, pero no aislarse, porque es perjudicial.
Es posible aislarse, pero, por mucho que afirmen que aislarse no lo es, es. De ahí que, como animales sociales, necesitemos de los demás, en muchos casos, para sobrevivir, de tal manera que, lo deseemos o no, sigue siendo nuestra relación con los otros aquello que nos salva. Claro que, la caída, viene implícita en el asunto. Cuando se cae en desgracia, el aislamiento es oportuno, para pensar las cosas, y meditar. Y decidir. El único defecto es que todos dejamos cadáveres por el camino. Del pasado, y del futuro pasado.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Un mes que empieza, y que veremos si crece

Un mes que se construirá noticia a noticia, o hecho a hecho. Empieza Septiembre, pero como un cuaderno a medio construir. ¿Será como otros septiembres, en donde imperaban e imperan, las malas noticias? No puedo vaticinar nada, si no ver lo que ocurrirá en un acto de deducción. Pero no huiremos de las catástrofes, desde luego.
En cuanto a mí, continuaré escribiendo entradas sobre aquello que me apetezca, y que, en segundo lugar, me permite expresarme como quiero, como dijo Bruce Lee. Patada lateral para los chorizos y los corruptos. Al final, los embutidos acaban caducando, y muy mal.