...o sin él. Siempre busco algunos momentos para escribir. Casi nunca los encuentro. O, en ocasiones, porque las ideas no vienen fácilmente, hasta el punto de que, en todo momento, el tiempo es importante, o con tiempo. Siempre hay quehaceres que atender, quehaceres que llegan y se quedan, pero continuo escribiendo.
Siempre al acecho de la noticia o de la escritura del momento, de la toma de apuntes en el ahora más inmediato; de atrapar la realidad (o realidades) con los dientes, de tal manera que, no se deja atrapar, pues es conjuntamente, demasiado libre o salvaje. Pero dependo del tiempo, y el tiempo no espera a nadie, ni por nadie. Con tiempo, todo se puede.
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