Entradas Universales

jueves, 31 de enero de 2013

Un mes de escritura

He pasado el mes escribiendo. Todos los meses han sido semejantes. Pero, además de que he vuelto a descubrir mi poética lírica, he logrado, desde luego, una cierta intensidad a la hora de escribir. También que este mes, por mucho que digan que es positivo, ha destapado más tramas de corrupción, con Rajoyman y sus Tropecientos Ladrones.
Es muy fácil decir que no se cometen faltas, pero la clase política piensa que sus ciudadanos son imbéciles, cuando ellos llevan a cabo hazañas insidiosas más graves. El dinero de todos nosotros, se lo reparten entre ellos, y el escándalo los salpica, pero no parece que les haga efecto, ni que en la piel le salgan pústulas. Será porque no tienen conciencia. Por eso todo les resbala.
En cuanto a escribir, de nuevo: he ocupado todo el mes sobre este tema. Es un tema inagotable, pero sobado en exceso. Los primeros brillos se han perdido, pero aún se puede acceder a la iluminación y lucidez más completa.
Esperemos que, el mes que viene, todo lo oscuro se aclare, que paguen aquellos que se lo llevan en caliente, y que, por lo menos, la confianza que entregamos nos sea devuelta, que va a ser que no, porque carecen de conciencia.
La conciencia para la clase política es semejante a tener un barrillo o un grano doloroso en la huevada, cuando lo eliminan se quedan tranquilos, de momento, pero el pus supura, y algo debe de hendir y doler, si es que tienen algo de la poca humanidad que les queda.
Nos vemos en Febrero.

miércoles, 30 de enero de 2013

En busca de la página

De la página necesaria para escribir. Precisamente, tengo días en los que no escribo nada, por mucho que lo intento, o que no se me ocurre nada que escribir. No es ningún problema. Se espera otro día, pero sin desesperarse. Queda, entonces, la oportunidad de que quedan muchos días, pero la vida no es muy larga.
Precisamente, cuando estoy escribiendo la novela, o la comento, suelo recibir comentarios como éstos, y con razón, cuando añado que no soy Cervantes: tampoco fuiste de su siglo. Y con razón. No se trata de ser un Cervantes o un Galdós. Basta con que cada uno tengamos nuestra manera personal de expresarnos, y plasmarlo en la escritura.
Entra aquí el estilo. El estilo es la marca del escritor, pero taqmbién puede ser su lápida. Incluso cuando es necesario escribir con un cierto no-estilo. Cada uno es libre de seguir las reglas, y crear novedad, o, por ejemplo, disfrutar cuando se escribe.
Pero, en ocasiones, hay pesadillas.

martes, 29 de enero de 2013

Moriendi, mortalis

Dando un paseo por la Gran Vía, por la calle Silva, entro en Madrid Comics, una de las muchas tiendas especializadas de cómics que llevan en pie desde principios de los 80. Entro, dejo la bolsa de la Casa del Libro, me la guardan, y me dan una pinza con el número de la consigna.
Primero, me dedico a admirar los nuevos cómics de la DC y Marvel. Han ganado en calidad y en interés, y además, aparece el Superman New 52, con el traje-armadura de una sola pieza, muy semejante al de la nueva película de Superman. Me paseé por el pasillo, y vi más números retrasados, y las nuevas publicaciones de otros géneros.
Al final, me compré tres cómics de la Marvel, y uno de Superman (no había más); es posible que Madrid Comics, en la calle Silva, goce de salud; también, es posible, que sus horas estén contadas. De hecho, cuando fui a pagar, tomaban nota en una hoja con ejemplares atrasados para liquidar. A este paso, tendré que buscar otras tiendas, o esperar a que la Feria del Libro de este año, salga la caseta de la misma Madrid Comics.
Sin embrago, habían cambiado de dependientes o de dueños, y está claro que el negocio se está muriendo, y es mortal. Es como cerrar un cuaderno que no se ha escrito, o que no es posible seguir, por agotamiento de los recursos, o pesadez del esfuerzo para escribir.
Espero que Madrid Comics sobreviva, por lo menos, una década más: en el camino han quedado: Crisis Cómics, Metropolis y Generación X, o El Aventurero, todas tiendas emblemáticas para los frikis que coleccionan cómics americanos o manga, o de cualquier otro género. Moriendi, mortalis.

lunes, 28 de enero de 2013

Un paseo agradable (y con frío)

Pasear es, sobre todo, relajante, pero también aclara un poco la mente, y, en esta época, se suele coger, muy de vez en cuado, algún resfriado. Por ejemplo, hoy hacía frío, pero también algo de sol, no tan justiciero como en verano, pero eso no significa que sol, no hubiera.
Mientras paseaba, me acerqué al kiosco, en la Plaza de los Hnos Falcó y Álvarez de Toledo. El kiosco ha estado allí, siempre, desde que yo recuerde. Fui a comprar mi cupón de viajes de la EMT, y aproveché para comprar un periódico. Hacía tiempo que no lo hacía.
El kiosco está surtido de toda clase de revistas y publicaciones. Y parecía más amplio que antaño, cuando yo era un crío, y me dedicaba a comprar cómics americanos o tebeos españoles. Pero, ahora, el surtido se había ampliado con más revistas de ciencia, de entretenimiento y un largo etcétera de publicaciones, mostrando que no estaba en crisis. Bueno, eso se agradece, porque hay kioscos que han tenido que cerrar, sobre todo, en el centro de Madrid. En los distritos, sobreviven más unos que otros.
También hay un surtido de novelas y ensayos. Desde que el Gobierno implantó una Ley, que permitía convertir el kiosco en una improvisada librería, casi todos los kioscos venden novelas de todos los géneros. Y este hecho me deja sorprendido. Las publicaciones no parecen muy buenas, las novelas, de diseño atrayente, no me llaman la atención. Ante esto, prefiero tomar de préstamo de la Biblioteca las novedades, porque están estudiadas con un criterio cultural, y no comercial, y más de uno se encuentra con alguna sorpresa. En cambio, en el kiosco, las elecciones, puramente comerciales, no equilibran el interés cultural del mismo. Son lugares de paso, en muchas ocasiones. Y es triste.
Pero el paseo ha merecido la pena, y doy el día por ganado.

domingo, 27 de enero de 2013

Otros pormenores

Estoy ocupando el tiempo en manualidades, creando un nuevo cuaderno. También, sigo con los pormenores del tiempo. Como Heráclito dejo escrito, que todo cambiaba para seguir permaneciendo. Pero el cambio es patente cada día. No hay un día igual al otro, solo de nombre. Pero estos tiempos son confusos, o acaso se funden los acontecimientos, hasta diluirse en uno.
Es posible que la confusión no sea nuestra, sino del propio avance del tiempo. El tiempo sigue, pero es la materia la que desaparece. Es un ciclo continuo, sin interrupción. Hay muertes, y hay nacimientos. Una estación sigue a otra; pero las últimas estaciones han sido excesivas: demasiado calor y exceso de frío. Pero, ¿quién puede controlar los pormenores del tiempo.
Cuando el tiempo sigue, también los pormenores van con él. Y me refiero a las pausas, a las tragedias, a todas esas cosas o acontecimientos que tienen, en cierto modo, algo de sentido. Pero estos son escritos al azar.
incluso escribir, es un pormenor del tiempo. Aprehender el significado de la palabra, de sus secretos, ser una especie de alquimista.

sábado, 26 de enero de 2013

Líneas a líneas

Cada día, a pesar de la gripe o el resfriado, unas líneas. Líneas que, por lo menos, adelanten el trabajo. Se ha de desperezar la escritura, y por eso, dejar constancia de un oficio que, en ocasiones, es intermitente.
He avanzado un poco en el capítulo que estoy escribiendo. Lo mejor de todo: como casi nadie lee el blog, y los leen unos pocos, bueno, carecen de la más mínima importancia. De hecho, estoy mejor cuando anoto y no me leen, que escribir entradas monstruosas o contrahechas, que las hay.
Estos últimos días, vuelvo al capítulo, escribiendo unas líneas, repasando lo escrito, y tratando de que la escritura del mismo tenga sentido. No suelo improvisar en el desarrollo, pero he optado por que cada capítulo sea coherente, y un eslabón. Dentro de mi imperfecto arte, porque reconozco que la narrativa no se me da bien, procuro que, aparte de la coherencia, la circunstancia no pierda su sentido.
Pero, mañana, espero avanzar, por lo menos, un poquito, cada día, o las horas que pueda aprovechar. Hasta mañana.

viernes, 25 de enero de 2013

No es un día cualquiera

No lo es, desde luego. Pero es un día en que no se me ocurre nada. El Día Nada. Una Nada que atrapa y se alimenta de la falta de imaginación, y la transforma en estéril. Nad que escribir, o nada que decir, porque ya se ha dicho todo. No queda, por supuesto, ni la más breve huella de la acción de escribir. Las hoja se quedan en blanco, y la escritura se oculta como un caracol, o un erizo, cuando se dobla, y muestra las púas.
No es un día cualquiera, porque es un día estéril. Es probable que escriba algo, y ya lo estoy haciendo. Ciertamente, por la mañana, depende de la inspiración, o de la idea; pero la idea suele ser infiel, y, por lo visto, la infidelidad es, sobre todo, de la idea. A otro le estará ayudando.
De todas maneras, aquí estoy escribiendo dos veces. Aquí, y en otro dietario. Pero aquí, informo; y, sin embargo, esta entrada debería quedarse en blanco, o vacía.
Pero escribir es una necesidad, y no me sentiría mejor, si no lo hago. 

jueves, 24 de enero de 2013

Nota al margen

Cuando parece que todo se iba a arreglar acontece lo improbable. Escribir tiene su momento, y leer. Precisamente, la lectura nocturna tiene sus pros y sus contras. Es noche. Invita a la lectura. En mi caso, un foco pequeño en la frente; pero semeja una lectura tortuosa como entre velas. Y luego, la dificultad: el foco no es tan bueno. La calidad de la luz es desaconsejable, y parece que uno esté leyendo con velas.
El asunto se complica cuando hace algo de frío. O cuando la claridad es aparente. Queda, por lo menos, el consuelo de comprender la lectura y sacar algo en limpio. La lectura es productiva, y se nota, y la satisfacción de alimentarse de la misma, poco a poco.

miércoles, 23 de enero de 2013

Avance lento

Voy recuperándome del resfriado, pero tengo la nariz taponada. La garganta ya no me duele. Pillar frío, en esta época, es una invitación al suicidio. Intentaré escribir un poco más del capítulo, que avanza lento, pero seguro. Igual que el resfriado.
La noche de ayer intenté leer, pero hacía tanto frío, o tenía mi cuerpo, tanto frío, que decidí que lo mejor era dormir. Intentaré avanzar la lectura, y escribir la reseña del Grupo Zarigüeyos y su primer libro en común. No me he olvidado. Pasa que, cuando llega el resfriado, uno no espera que los planes se demoren a sus anchas.
Pero la reseña llegará (iba a poner que "caerá", pero prefiero caerme yo, así soy), y llegará, porque el  Grupo Zarigüeyos tiene mucho que enseñarnos.
Nos vemos, mañana.

martes, 22 de enero de 2013

Escribiendo con dificultades

Estas líneas son un por si acaso. Un catarro está invadiendo mi cuerpo, y es posible que, estos días, no me encuentre muy lúcido. De todas maneras, intentaré seguir escribiendo el capítulo de la novela. Por cierto, ya estoy adelantado un poco.
Desde hoy, si el resfríado me ataca, es posible que cada línea que escriba sea mortal. De tal manera que, en muchos casos, la enfermedad no la elige el enfermo, si no que, en el caso de un catarro o resfríado, es el virus el que trata de debilitar al organismo.
Pero no dejaré de escribir. De hecho, esta semana, espero que, por lo menos, pueda zanjar el capítulo, y que, la lucidez que me arrebate el virus, por lo menos, no provoque un caos a la hora de escribir.
Sean, pues estas líneas, el testigo de mis vicisitudes y fortunas. Sean, sobre todo, los pacientes testigos de esta batalla que estoy teniendo con el virus. Mañana, espero no escribir con dificultades. Un hecho es positivo: no tengo ningún dolor de cabeza, pero eso no significa que se inicie ahora, y reste agilidad a mis notas.
Nos vemos.

lunes, 21 de enero de 2013

El héroe y el temor

El escritor, en ocasiones, es un héroe, quizás el más banal y molesto de todos los héroes. En mi caso, por lo menos, no lo soy (me refiero a que no soy un héroe y todo lo demás); pero ya he empezado el capítulo que, durante semanas, había sentido la violenta inercia de escribir. El temor, desde luego, no es infundado. Cuando se escribe un nuevo capítulo, cabe la posibilidad de que, en un principio, el capítulo no se deje escribir, después de haber planaedo la escaleta y la estructura.
Estoy construyendo un edificio, pero la arquitectura interna, la estructura, a la hora de escribir, es débil, y puede caerse en cualquier momento. Es tan delicado que, en muchas ocasiones, puede producirse un movimiento de placas tectónicas que acaba en desastre.
He aprendido, sin embargo, que la constancia es la clave; pero que, una paradita, de vez en cuando, ayuda. No hay que tener prisa a la hora de escribir, sobre todo, la novela. La novela no es, desde luego, un arte menor, si no que es un arte mayor, por el esfuerzo, el tiempo y todo aquello que implica escribir.
Pero, como yo, hay millones escribiendo, en estos momentos, su propia novela. Algunos son anónimos o pseudónimos, seres que están ahí, y que desconocemos de su existencia. Otros, ya son famosos, y, desde luego, los conocemos todos. Otros están empezando, y otros están buscando el Santo Grial, que es imposible encontrarlo, porque, a lo mejor, se encuentra en algún lugar, oculto, y al que es difícil llegar.
Por suerte, tengo esta semana para finalizar la escritura del capítulo: el protagonista recupera el conocimiento en el Hospital...

domingo, 20 de enero de 2013

Evitando el Ego

 
 
En ocasiones, sin duda, la pasión por escribir ha acabado cegándome. Es cierto, la pasión por expresar mis ideas, y cuando no estoy dispuesto a que alguien, con alguna acción dudosa y perjudicial, se salga con la suya. Pero procuro que mi ego no me agríe el día. Eso es lo último. Sin embargo, procuro que mis críticas surtan algún tipo de efecto.
Vivimos en un mundo de corrupción en donde, por ser de este país, el político o el delincuente de guante blanco, se dedica a tocar el dinero que no es de él, sino de todos nosotros. Y eso inflama mi cólera, y la de todo el mundo. Claro que, quien no peque, que tire la primera piedra. Pero es que estos "pecadores" están blindados, y nuestro afán de protesta, silenciado por los propios líderes políticos.
Dice que la juventud de hoy se encuentra anestesiada. Creo que, más bien, es una irresponsable. Pero, en el pasado, no nos escuchaban, y si nos escuchaban, durante el Felipismo, te echaban del empleo, sin derecho alguno. Y peor era si pertenecías a un sindicato que no se preocupaba de nada, sólo de rascarse la barriga, y eructar.
Es posible que la juventud trate de olvidar; pero sabe de antemano, sin ego, que no será escuchada. Incluso pueden protestar, pero será acallada, a no ser que, a la hora de votar, TODAS las urnas queden vacías. Entonces podría suceder como en el Ensayo sobre la lucidez del escritor portugués Saramago. Entonces, por primera vez, nos escucharían, sabiendo seguramente, que, en este momento, haría falta una lección de este tipo. Pero la anestesia y el terror es muy potente, en una Tercera Guerra Mundial silenciosa. Entonces, es hora de que el ego actúe y despierte. Por lo menos, una vez, y con control de daños.

sábado, 19 de enero de 2013

Twain, manuscrito

Interior del cuaderno de piloto de Twain. Clemens utilizaba una letra muy apretada para aprovechar el espacio en cada cuaderno. Este es un ejemplo. Por otra parte, no olvidemos que el propio escritor tenía mala memoria, como la mía. Con la diferencia de que mi memoria a corto plazo me falla siempre, y la de a largo plazo, me pasa siempre el pago retrasado de las letras (por escribir una metáfora, claro. Hasta tal punto que, en ocasiones, mi memoria es tan fallida como la Twain.
Es estupendo ver como otros escritores, para ganarse la vida, tomaban nota en cualquier circunstancia. Twain dejó sus memorias de cuando fue piloto en el Mississipi. Y las describe como el momento más feliz de su existencia, en un mundo sin ordenadores ni televisión, ni canales por satélites y demás. Un mundo más sencillo, pero, quizás, más complejo. Nuestra época es tan líquida, que llega a ser insípida. Lo damos todo por sentado, y lo único que nos puede ayudar es la filosofía, bueno, y el sentido común, que lo estamos perdiendo.
Este cuaderno de Twain tiene y le sobra mucho sentido común. El sentido y la razón de existir.

viernes, 18 de enero de 2013

Mark Twain, cuaderno

 
Mark Twain, George Clemens, no sólo es un autor conocido por obras como Las aventuras de Tom Sawyer, Huckleberry Finn, Un ciudadano de Connecticut en la Corte del Rey Arturo y un sinfin de obras literarias reconocidas y clásicas. También es conocido por su mala memoria. Twain, cuando se preparaba para su oficio de piloto, fue aconsejado por Bixby, su instructor, a que anotara todo lo que le fuera diciendo.
Ser piloto en el Mississipi ya era bastante difícil, y el joven Clemens, no tenía una memoria duradera, de manera que se hizo fabricar una serie de cuadernos de bolsillo para tomar nota de todo. Es posible que fuera el primer escritor que se dedicó toda su vida a tomar notas. Como ejemplo no está mal: es aconsejable llevar un cuaderno o libreta para anotar todo lo que sea de interés. Es un compañero valioso, y no se deja al azar.
El cuaderno de Twain es curioso: las páginas debían arrancarse con facilidad, para dar paso a una nueva página, y continuar escribiendo. Por esa época, el escritor debía de tener conocimientos de artesanía, y Twain no se quedaba atrás. Es seguro que, cuando mandó encargo de sus cuadernos, Twain, con alguna idea práctica, le dio consejos y directrices al encuadernador para decirle como tenía que ser el cuaderno. Es una aventura fascinante.
Cuando el escritor see convierte en artesano, es algo así, como fundir dos variantes de un mismo hecho. El escritor es un artesano. Hecho. Pero busca la modesta artesanía del cuaderno de notas de bolsillo. En la imagen se ve uno de los cuadernos MARK TWAIN HARTFORD, CONN. Es evidente que es del propio escritor, y es posible que llevara más de uno para escribir y tomar notas de sus futuros éxitos.
El alma de un escritor son, muchas veces, sus cuadernos.

jueves, 17 de enero de 2013

Leer para encontrar

 
 
He leído un artículo de nueve páginas sobre Juan Ramón Rybeiro. No fue un gran escritor, según él, porque pensaba que sólo llegaría a ser un "escritor fracasado"; y esto lo ilustra incluso en sus Diarios. Equivale, en cierta manera, a que escribir un Journal, no era para él, del todo completo. Su fracaso es como el de Beckett, un fracaso como escritor.
Sin embargo, yo no estoy de acuerdo. Un diario prepara al escritor. Otro asunto es que desee escribirlo para publicarlo. Es posible que Rybeiro se sintiera un escritor mediocre; pero los diarios que escribió a lo largo de su vida, le servía de material para otras obras: ensayos, novelas, composiciones líricas.
Rybeiro escribía su diario para combatir su soledad, y admitía que, quien escribe diarios es, en lo más profundo, un cobarde, no de hecho, sino de palabra. Huelga decir que, con todo, sigo sin estar de común acuerdo con el escritor. Rendir cuentas o ajustarlas, no es lo mismo; pero se ajustan cuentas en los diarios, para encontrar una verdad o verdades que se nos escapan.
El escritor se rinde al no sentirse un escritor completo, o quizás no un escritor de raza. Pero, por esta clave, no deja de ser un escritor. El escritor fragmenta su vida en el diario, y asume su condición, quizás a regañadientes.
Por lo menos, yo, al leer, he encontrado. Se lee para escribir, y también para mejorar como persona.

miércoles, 16 de enero de 2013

Consejos acertados

Con cada amigo escritor que he conocido, siempre me dan el mismo consejo: constancia y disciplina, y no tener prisa en terminar de escribir la novela. Esto me ha vuelto más paciente y más cauto. Hasta tal punto que, a la hora de escribir el siguiente capítulo, me lo estoy tomando con tranquilidad, y eso, aún siendo un borrador. Por ejemplo, que tengo que escribir sin ninguna presión.
Mi disciplina, en cambio, es bastante dudosa. Por una parte, porque no soy un escritor que se levanta a las 6.00 de la mañana, y escribe hasta las 18.00 de la tarde, muy del gusto de Stephen King, que hace paradas para desayunar, comer y cenar, y sigue y sigue.
Uno de los consejos para los inconstantes e indisciplinados consiste en no perder el hilo de lo que se lleva escrito. Por ejemplo, releer el último capítulo y seguir la escritura del siguiente en concepto de eslabón. Se ha escrito mucho, entre otras cosas, que la novela es más extensa que un relato que, en ocasiones, funciona de la misma manera. Es falso.
En una novela necesitas mapa y brújulas. En un relato, un mapa detallado para que, cuando se llegue a un hostal o una venta, el caballo pueda beber agua y recuperarse, o comprar otra montura de refresco. Respecto a la novela, el trabajo es lento porque hay que tener en cuenta una inmensa variedad de factores, como la trama, el argumento, el tema, los personajes y el estilo. Bueno, el estilo es diferente, cada uno tiene el suyo, y no estamos para hacer "comparanzas", en manchego, vamos. De hecho, el estilo no es el escritor.
Vuelvo a Stephen King, el Maestro del Terror: el escritor norteamericano modificó el estilo al escribir sus memorias. Incluso creo que las escribió de manera más natural, y menos forzada y artificial que en otras de sus obras. Reconozco que no soy un entusiasta lector de King. De hecho, tengo todas sus obras, pero nunca he tenido el valor de leerlo. En principio, porque hay novelas que me aburren. La prosa de la América Profunda no me engancha y, aunque no hay rednecks y cosas por el estilo, los argumentos no me parecen atractivos: un coche o dos, poseídos por espíritus diabólicos, un payaso asesino (admito que It me gustó, es una de sus, relativamente, mejores novelas, que se salva de la quema, naturalmente, pero no pasa del aprobado raspado), telekinésis, una tienda que controla a todo un pueblo, con un extraño tendero que resulta ser el mismo Diablo, seres sobrenaturales, extraterrestres con poderes mentales metamórficos, y una fauna interminable, con una lista demasiado larga, como para resumir la temática de este Maestro del Terror.
Norman Mailer dejó escrita en una entrevista que King escribía muy mal. Que su narrativa no valía nada, y que se trataba de terror de consumo, como la comida rápida. Luego, Mailer, después de las últimas novelas, que son tediosas, admitió que Stephen King, aprendió a escribir, y que escribía mejor. Para venir de Norman Mailer, las palabras son un piropo, que es tanto como afirmar que King no sabe escribir. Es un maestro en aburrir al lector.
Se me olvidaba el nuevo tratamiento que dio al mito del vampiro. Ahí acertó, porque leí parte del libro Salem´s Lot y tuve pesadillas de crío, y cuando vi la serie, una adaptación magistral. El resto, es Historia, pero King encontró su leyenda con esta novela.
Pero a Stephen King no se le puede tachar de inconstante. Sigue escribiendo, y por eso es tan prolífico. Pero la calidad, creo yo, antes que la cantidad. Es un consejo muy acertado.

martes, 15 de enero de 2013

Planeando la redacción

Aún no he empezado a escribir el capítulo siguiente. Sé que toda la novela es un borrador que empecé en 2012. Creo que me va a costar un poco de esfuerzo y paciencia planear todo el capítulo. De hecho, tengo que conocer la escena a fondo, para no escribir incoherencias.
Cada línea es importante, y sé que no estoy escribiendo el Quijote, pero casi, porque, escribir es como parir, con la diferencia de que se tarda un poco más, y cada meta pequeña es, de nuevo, una salida. Cada línea ha de ser pensada y meditada. Luego, al finalizar la novela, hay que corregir y corregir; pero, de momento, llevo unas 32 páginas. No está mal. Es la primera vez que llego a las 32, pero he de llegar a las 150 páginas. Con 32, ya voy ganando terreno; pero las páginas no son importantes, sino escribir.
Pero, este capítulo ha de ser planeado con cuidado. El protagonista se despierta en el hospital, poco después de haber sufrido un desmayo o desvanecimiento por hiperventilación. Está sedado, con suero y glucosa, y oxígeno. Ha perdido la consciencia, pero la recupera gradualmente... Y hasta aquí puedo leer.
Y queda, sobre todo, que el capítulo arranque, pero, como siempre, he de buscar el momento, el momento adecuado, para escribir. Tal vez, un poco de tranquilidad, y tomar notas, hasta saber qué es aquello que quiero escribir.
He de buscar, por lo menos, el momento adecuado para empezar las líneas que he planeado.

lunes, 14 de enero de 2013

Un paseo breve vale unas cuantas líneas

Un agradable paseo, aunque sea breve invita a escribir. Hoy he paseado, y no ha hecho mal tiempo. Ha sido soportable. Este año 2013 ha empezado muy helado. Las temperaturas empezarán a descender; pero he podido respirar, no como otros días, en donde el frío era insoportable.
Pasear equivale a unas cuantas líneas. No muy largas; pero la calle renueva los motores y se restablece el combustible para la escritura. De todas maneras, soy friolero por naturaleza, y soy un enemigo del frío, desde luego. Pero, según sea el invierno, así será el verano.

domingo, 13 de enero de 2013

La razón para escribir

Hay muchas razones para escribir. Una de ellas, porque se quiere comunicar un hecho, o varios acontecimientos. Escribir es lo mismo que en el cine: contar historias; pero, también, informar sobre cualquier hecho. Por ejemplo, si hay historias sobre las que informar.
También, una de las razones por las que escribo es para seguir escribiendo. Escribir para no perder la sensación de teclear o de utilizar la estilográfica. Las historias se encuentran alrededor y en todas partes; de hecho, en cada momento, se hace necesario que nos informen, tanto de noticias como que nos transmitan hechos ficticios. La ficción nunca muere, pero hay que evitar que pierda fuerza.
 

sábado, 12 de enero de 2013

La piel del libro


¿Qué ocultos secretos guarda ese libro de piel? Es un códice manuscrito, y seguro que guarda, sobre todo, la capacidad del escrito. La escritura del mismo, que sabía que la piel del libro guardaría los pensamientos más elevados, o los recuerdos, o la memoria del autor que lo escribió.
Por eso es tan valioso. Da la sensación de ser pequeño; pero el libro es, sobre todo, guardián del conocimiento, y es más valioso, en cuanto que, de esta manera, más viejo, y ha de valer mucho oro. Por eso estos libros son tan importantes. El conocimiento valioso cuesta dinero, y más siendo testigo de hechos que no podemos ni mentar.
Pero uno se pregunta: ¿por cuántas manos ha pasado hasta llegar hasta hoy? Ni el paso del tiempo ha logrado que se consuma, porque sigue adelante, a pesar del castigo de los siglos. La piel del libro como actitud renovada. La piel del libro, que sobrevive más allá del tiempo y del espacio. El profeta de las Edades, el inmortal trazo de la escritura.

 
 


viernes, 11 de enero de 2013

Notas, y van más

Ahora que puedo incorporar imágenes, hasta que el problema se solucione, informo de la pérdida del cuaderno, en donde pensaba volver a la poesía. Bueno, he conseguido otro.
Este 2013 la situación ha cambiado un poco. Es posible escribir sobre todo, hasta tal punto de que, en este caso, la cuestión es, desde luego, intentar escribir algo de provecho. La imagen que ilustra esta entrada es de reserva, claro está; pero eso no significa que dicha imagen pueda modificarse.
Pero un amigo me aconsejo que fuera breve con las entradas. No cansar al lector, y, como se trata de un apunte deslavazado, tomo estas notas, mientras intento, por lo menos, que la entrada sea presentable. Pero no se espera que la entrada se engalane, porque no se la encontrará en fiestas ni en cócteles ni nada parecido. De ahora, en adelante, gracias a HTML, escribiré, de nuevo, entradas más presentables. Esta es una prueba, y también, un accidente.

jueves, 10 de enero de 2013

Durán y Lleida no dimite

No aprendemos. Siempre que un político es pillado con las manos en la masa, es imposible que cumpla con devolver el dinero, que no es suyo, ni de su propiedad. Se abastecen de riqueza, mientras otros se aprietan el cinturón, forzados por la crisis. Y es que vivimos en un país que es el hamerreír de Europa. El caso es hacerse con el dinero y correr, y echar la culpa al otro. Pero así sigue el mundo, desde luego. Y Durán y Lleida, no dimite. Ni a tiros.

miércoles, 9 de enero de 2013

Unas palabras de vuelta

Chateando con Julius el Mago, este amigo que tengo, uno de los muchos, me convenció de un hecho que es bastante cierto: no seas tan estricto a la hora de escribir narrativa, lo tuyo es la poesía. Dos días estuve meditando estas palabras, y al tercero, me hice con un cuaderno, y me he dispuesto a llenarlo de poemas.
Da la casualidad de que, en este caso, me hallaba algo oxidado en asuntos de poética versal, y el primero que intenté flojeó. Luego, el segundo, fue más breve, y, en este caso, más claro. Pero me di cuenta de que debería (y eso haré) escribir más poemas. Por lo menos, para practicar y crear, pero no por obligación, sino buscando el tema. En realidad, llenaré el cuaderno de unos cuantos. Pero son borradores. Y eso no quita que siga con la novela.
La inspiración, es posible, que para el poeta solo sea una utopía; pero no es así. Una frase o una palabra, o tratar que ciertas palabras convivan para encontrar la magia, no significa que no haya tal. Pero, he aquí, que he encontrado el origen de muchos poemas: las afirmaciones de otros poetas.
Y he de regresar a las imágenes, que no por mucho pensamiento o reflexión, la palabra ha de quedar coja y contrahecha.
Pero he de seguir, y retomar este camino que, durante tanto tiempo, dejé abandonado.

martes, 8 de enero de 2013

Estos días

Increíble que Morenés defendiera al Ejército Español, tras la paranoia de los secesionistas catalanes, que son los políticos Artur Mas, y el resto de la tropa de CIU y demás fauna. Por lo menos, Morenés ha vuelto a instaurar los días de fiesta castrense, que la anterior ministra en el cargo, de dudosa maniobra y olvidable reputación.
Morené ha hecho lo que tenía que hacer. De hecho, Mas quería sumar su propio ejército, con los Mossos d'esquadra, y estos se negaron, porque pertenecían al Estado. Razón no les faltaba, porque esta negativa puede derrumbar sus sueños dudosos de independencia.
Ahora, critican a Morenés por ser directo. Bueno, ya era hora de que, por lo menos, la situación se caldeara un poco, ante el adormecimiento del Ejecutivo. Rajoyman lleva tiempo que no dice esta boca es mía, y ante los constantes ataques de Mas, que, en vez de pagar a los distribuidores y a las farmacias, ha decidido gastarse el presupuesto en chorradas nacionalistas, inútiles y que dejarán a Cataluña más pobre de lo que ya es.
A Mas le tienen que poner en su sitio, y que se retire. Lleva a cabo el consejo: lo que haga tu mano izquierda, que no lo sepa la derecha, al pie de la letra, pero sus ataques desaforados a España, y al Gobierno, le quitan toda razón, porque su hipocresía es evidente.
Está hundiendo su barco. Que lo haga. A ver si deja de decir sandeces y tontorrías que no llegan a ninguna parte. Estos días...

lunes, 7 de enero de 2013

Pausa

Una pausa, antes de seguir. Primero, he de pensar en el siguiente capítulo, del cual ya he tomado notas, porque estoy escribiendo el desarrollo. La meta del final, del desenlace está cerca. De momento, estré unos días meditando, hasta la siguiente toma del procesador de textos, y de la próxima continuación. De hecho, el capítulo se compone de 1.000 palabras, y eso ya es un reto, gracias al consejo de un gran escritor, Miguel Gilaranz.
De momento, me es imposible incorporar imágenes a los siguientes textos, o a las próximas entradas. Al parecer, ha sido un fallo de Blogger. Esperemos que esta incapacidad transitoria se supere. Sigo: escribir es algo más que juntar palabras. Estoy contando una historia (del latín, computare, contar) sean, pues, los dígitos, en este caso, de las palabras, el recuento constante para escribir. Pero, por el momento, prefiero descansar, hasta no tener planeado el capítulo, por completo. Las mil palabras, pueden esperar. Importa la estructura: el protagonista se despierta en el Hospital. De eso va, el próximo capítulo (sin enumerar).

domingo, 6 de enero de 2013

Sin imágenes

Es muy duro escribir sin imágenes; pero más duro es escribir sin ninguna idea preconcebida, o el tema que se va a mostrar. Más dificultoso es mostrar, otra vez, la fuerza de las palabras, cuando no hay imagen, en el mensaje, que no apoye la misma.
Pero, bueno, eso no debería preocuparnos. Está claro que la Informática y la Programación es una ciencia en constante evolución. Tanto, o más, que la electricidad, pero que, aunque yo no vea nada malo en la experimentación, como en Blogger, me da la sensación de que alguien ha sido lo suficientemente torpe, como para eliminar, de cuajo, una de las características de la interfaz.
Pelillos a la mar. Sin embargo, quiero hacerlo público, porque la interfaz, en mi caso, no funciona, y va de días ya, como si la interfaz sufriera una deficiencia. De manera que, si el producto es bueno, y gratuito, la cuestión es: ¿quién ha cometido la patochada? Razones deben sobrarle; pero el laboratorio debería cerrarse, de momento. Por lo menos, hasta que se haya regresado a la normalidad, desde luego.
Pero esto, es sólo un comentario. Lo hago público, porque me sumo a los otros usuarios, que se han visto, en ocasiones, con la imposibilidad, como yo, de editar imágenes. Pero empieza el reinado de la palabra.

sábado, 5 de enero de 2013

Empieza otro capítulo

Precisamente, ayer, finalicé un capítulo. Hoy es posible que empiece otro. Por lo menos, espero que, en este caso, tenga la capacidad suficiente para seguir narrando. Y este es otro día, en que no puedo incluir imaghen alguna en la entrada. Debe ser porque Blogger se ha dedicado a experimentar, pero no encuentro la manera de que se puedan subir imágenes. Tendré que confiar en el poder las palabras, como siempre, hasta que pueda acompañarlas de la imagen.

viernes, 4 de enero de 2013

Unas líneas más

Estoy escribiendo unas cuantas líneas, pero se me ha hecho imposible incorporar imágenes al texto. De hecho, sin imágenes, me encuentro desvalido, porque no puedo ilustrar mis palabras. Sigo con la novela, que avanza lentamente, pero con seguridad. Nada queda al azar, pero, desde quí, apenas puedo informar, desde luego.
Por una parte, hay fascinación, porque el último capítulo, al que le doy los ultimos toques, avanza. Me quedan unas pocas palabras, hasta para ver la luz del Sol. El camino a seguir, se ilumina, y puedo seguir caminando en esta aventura que me he propuesto.

jueves, 3 de enero de 2013

Unas pocas líneas, un avance

He estado escribiendo algunas líneas en el borrador de Sombras..., y he comprobado que no he perdido, en ningún momento, mi intención en el plan de escritura de la misma. En ocasiones me parece que estoy pintando un cuadro que dura lo suyo. Tan es así, que pienso, muchas más veces de las que creo, que mi borrador es un boceto, que, poco a poco, va tomando forma, pero no prácticamente solo.
Al avanzar unas líneas, sé que es terreno conquistado, pero la novela ya va teniendo sus cimientos. Sin embargo, me he visto en la tesitura de salvaguardar un clímax relajado, y demorarlo para páginas más adelantadas. De hecho, para no aburrir, es mejor, en la novela, en el capítulo que estoy escribiendo, y a punto de finalizar, no decirlo todo. Si se descubre todo, la magia desaparece, y el lector se pregunta, ¿qué más hay?
El tema, la composición de esta novela, no ha de adelantar demasiado los acontecimientos. Además, escribo, en ocasiones, con mapa, pero da la casualidad (porque en escritura hay casualidad, por mucho que digan que no la hay) que me he visto en el dilema de modificar la Hoja de Ruta literaria. Modificar, por ejemplo, ciertas acciones, porque estoy aprendiendo que hay cosas que funcionan, y otras que no convencen. Como escritor, me siento como un alquimista. No busco el Lapis Philosopharum, pero casi.
Cortázar siempre dijo que un escritor se la jugaba. Sea escribiendo un relato o una novela. Estoy seguro de que el autor de Rayuela en algún momento, debió de mezclar el azufre con el mercurio, y creó la pólvora. Escribir una novela, con la personalidad que tengo, algo anárquica, porque pueden transcurrir días para terminar un capítulo, que, en cierta ocasión, he debido mezclar mercurio con azufre, y creé la pólvora. Una pólvora de frágil composición. Un roce, y boom! Y eso no es todo. La pólvora abre caminos, pero también provoca escombros, ruinas, y el asunto se complica más, cuando hay que interrumpir los experimentos alquímicos, porque la mezcla puede ser peligrosa.
Sin embargo, de un hecho estoy seguro. No es alquimia de la palabra al azar. Sé que sigo un plan trazado, porque mi deseo es disfrutar escribiendo, y llegar a al final. Pero me quedan muchas páginas, desde luego. El viaje hace tiempo que ha empezado.

miércoles, 2 de enero de 2013

Notas nocturnas

En ocasiones, cuando estoy leyendo un libro, poco después de abandonar la lectura, tiendo a escribir alguna nota en la libreta. Cualquier nota: un recuerdo, un comentario que he oído, alguna anécdota. La libreta me acompaña, siempre, a cualquier parte.
Las notas nocturnas me ayudan a ser consciente con la escritura. No busco la claridad, pero procuro no ser oscuro. Escribo alguna anécdota por si me sirve en el futuro; pero son acontecimientos que les han sucedido a amigos o familiares. Procuro no "literaturalizar" las notas. Son pequeños resúmenes que me pueden servir en el futuro. Hay anécdotas impactantes; anécdotas que muestran que el ser humano es capaz de hazañas increíbles, adornadas, quizás, por quien las cuenta, de una manera casi quijotesca. Pero, ¿quién no ha adornado sus hazañas, por así decirlo, alguna vez?
A la hora de buscar y encontrar historias prefiero anotar cualquier cosa en la libreta. Es posible que, en el futuro, se pierdan, cuando yo ya no esté; pero es posible, también, que queden. Las notas nocturnas se deben a que, en muchas ocasiones, las notas sirven. Para repasarlas, saber que se tomó. Nunca pongo fechas, para tener más libertad a la hora de consultarlas (incluso, incluye que me pierda un poco, claro) porque cabe la posibilidad de que me sirvan, o sencillamente, para releerlas, y retomarlas, en algún momento, para una narración más larga, o un relato. Pero suelo consultarlas muy poco, excepto cuando son apuntes para la novela que estoy escribiendo.

martes, 1 de enero de 2013

Un nuevo año comienza

Bueno, esta es la primera entrada del año. El primer mes. Es posible que, debido a lo que nos espera, la crisis seguirá. Pero puede ser una estrategia de la Merkel, que depende de las ventas en los EE UU, y no olvidemos que, los alemanes, si recibimos el rescate, vienen a cortar, más que as recortar. Pero ellos sólo tienen que pagar un 1% de la deuda del Banco Europeo, mientras que, a los demás países, hemos de pagar hasta un 4% a un 7%. Así que, la información de Merkel, no es mala para ellas, sino que los demás países, los PIGS, nos tenemos que apretar el cinturón para que ellos sigan con su supremacía económica.
Un año nuevo ha empezado. Esperemos que, por lo demás, el año transcurra mejor que el anterior; pero ya ha empezado el año con desgracias. Murió la chica violada en la India. El Gobierno no ha dicho nada, para no estropear las fiestas; pero los violadores, es posible que sean ajusticiados, pero la comunidad internacional, ha pedido un juicio justo. ¿Cómo el que tuvieron ellos con la víctima? ¡Por Dios!
Y termino este etc con la plena convicción de llegar, por lo menos a las 400 entradas, o si no, quedarme con la escritura de una entrada, cada día. Nos vemos.