Cada día, a pesar de la gripe o el resfriado, unas líneas. Líneas que, por lo menos, adelanten el trabajo. Se ha de desperezar la escritura, y por eso, dejar constancia de un oficio que, en ocasiones, es intermitente.
He avanzado un poco en el capítulo que estoy escribiendo. Lo mejor de todo: como casi nadie lee el blog, y los leen unos pocos, bueno, carecen de la más mínima importancia. De hecho, estoy mejor cuando anoto y no me leen, que escribir entradas monstruosas o contrahechas, que las hay.
Estos últimos días, vuelvo al capítulo, escribiendo unas líneas, repasando lo escrito, y tratando de que la escritura del mismo tenga sentido. No suelo improvisar en el desarrollo, pero he optado por que cada capítulo sea coherente, y un eslabón. Dentro de mi imperfecto arte, porque reconozco que la narrativa no se me da bien, procuro que, aparte de la coherencia, la circunstancia no pierda su sentido.
Pero, mañana, espero avanzar, por lo menos, un poquito, cada día, o las horas que pueda aprovechar. Hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario