De la página necesaria para escribir. Precisamente, tengo días en los que no escribo nada, por mucho que lo intento, o que no se me ocurre nada que escribir. No es ningún problema. Se espera otro día, pero sin desesperarse. Queda, entonces, la oportunidad de que quedan muchos días, pero la vida no es muy larga.
Precisamente, cuando estoy escribiendo la novela, o la comento, suelo recibir comentarios como éstos, y con razón, cuando añado que no soy Cervantes: tampoco fuiste de su siglo. Y con razón. No se trata de ser un Cervantes o un Galdós. Basta con que cada uno tengamos nuestra manera personal de expresarnos, y plasmarlo en la escritura.
Entra aquí el estilo. El estilo es la marca del escritor, pero taqmbién puede ser su lápida. Incluso cuando es necesario escribir con un cierto no-estilo. Cada uno es libre de seguir las reglas, y crear novedad, o, por ejemplo, disfrutar cuando se escribe.
Pero, en ocasiones, hay pesadillas.
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