Pertenece a un códice iluminado. Está hecho con premura y cuidado, y refleja una tarde de caza de esa época, en donde el noble o señor de la tierra, podía permitirse ciertas libertades. Tal cómo lo vemos, esta escena es curiosa, porque, de otra manera, está claro que el jabalí irá a parar al banquete feudal de este déspota.
Sufrirá el jabalí, la pieza, bastante, acosado por la jauría de perros, hasta tal punto que, en este caso, morirá, o de agotamiento, o por un escopetazo, que lleva uno de los jinetes a caballo, de tal manera, que, el jabalí será póstumo testigo de su derrota, y de la victoria de este bruto, que sólo se dedica a cazar cuando se aburre, cuando debería dedicarse a otras cosas. En fin, lo siento por el jabalí, es una lástima que, por esa época, la caza fuera algo más que un deporte.
Sufrirá el jabalí, la pieza, bastante, acosado por la jauría de perros, hasta tal punto que, en este caso, morirá, o de agotamiento, o por un escopetazo, que lleva uno de los jinetes a caballo, de tal manera, que, el jabalí será póstumo testigo de su derrota, y de la victoria de este bruto, que sólo se dedica a cazar cuando se aburre, cuando debería dedicarse a otras cosas. En fin, lo siento por el jabalí, es una lástima que, por esa época, la caza fuera algo más que un deporte.
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