Ningún escritor que se precie debe avergonzarse de investigar para cualquier escrito. De hecho, le sirve para no meter la pata en situaciones que las pasaría muy mal. La investigación no está de más. Es vital.
En mi caso, si tengo que escribir un relato, procuro documentarme e Internet facilita las cosas. También con publicaciones. El escritor se ha de convertir en un detective literario, buscar aquello que necesita, y plasmar, no toda la información, sino parte, en el cuento o relato. Por otra parte, investigar es fascinante, porque el escritor encuentra su propia verdad.
Hay investigaciones que duran años, en el caso de las novelas, y por el inicio, no se parece al final. Incluso puede haber cambiado la idea original, en otra, más rica e interesante. Y el escrito lo agradecerá.
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