Un relato debe ser una máquina bien engrasada. Para ello, es necesario tener, en parte las ideas muy claras respecto a lo que se quiere contar. Pero sigo afirmando que no soy el indicado para decir o afirmar que un relato o novela debe funcionar de una manera o de otra para que sea legible.
En este caso, prefiero las notas y los apuntes. Cuanta más información tengamos sobre aquello que narraremos, mayor facilidad para superar las dificultades. Tampoco no tiene que impotunarnos que un relato salga o no. Un químico en su laboratorio hace labores de alquimista, pero se basa en notas y apuntes, para evitar que el compuesto químico elaborado no sea inestable; si lo es se debe a que la mezcla ha sido errónea. De manera que es mejor salir corriendo, no vaya a ser que se trate de un químico explosivo.
Por otra parte, la mezcla puede ser la correcta, pero no ofrece ninguna nueva reacción. Significa que le falta algo. Si no lo encuentras, te aconsejo que busques la carencia del relato, para dar la solución, en otras personas, y toma nota de aquello que se te escapa.
Para ello, tienes los cuadernos de notas. No tienes porqué tomar notas siempre; pero si tomarlas para consultarlas más adelante.
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