Sobre todo, leer. En el Taller nos lo han explicado de la manera más sencilla. Para escribir hay que tener imaginación, y sobre todo, leer.
¡Qué sí! Ciertamente, la imagen que ilustra estas palabras, no es, precisamente, la imagen típica de los libros.
¿Y qué? Son cuadernos. No pasa nada. Como tampoco pasa, porque, los libros, antes de serlo, seánse novelas o ensayos, han sido apuntes, han estado alimentados de notas, en la matriz de la mente del autor, en el interior de su mente, o fuera de ella; con apuntes, con notas, con esbozos (los esbozos, aclaro, son bocetos escritos, casi no tienen que ver con la pintura, pero casi); y que han sido ideas dispersas que sirven, con su alquimia, para la creación de obras:
Algunas, maestras; otras, no tanto. Pero obras, al fin y al cabo. Recordad que el Lazarillo dijo: no hay libro malo que no sea bueno.
Pero leer es básico. Tranquilamente, o a toda velocidad, o con relajamiento. Depende de cada uno de vosotros. Leed como os dé la gana.
El mundo literario no se acaba en la escritura, continua en la lectura, porque vive y se alimenta de esta. Poco importa si lo ha digerido bien. Harold Bloom sostiene que muchas obras maestras se escribieron por malas lecturas. Incluso los grandes, leyeron mal alguna vez.
Pero, un buen lector, necesita leer, igual que un escritor serio necesita leer para disfrutar y documentarse.
De manera que deja de leer este blog, y ponte a leer un libro, o dos, o más.
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