Otra manera de pasar el tiempo, contemplándolo |
Pasan los días, seguidos de otros días, y estos de otros. Como copias, o anodinos. Pero necesitamos las 24 horas, cuando, en realidad, se nos permiten 16 horas. Alguien está consumiendo el tiempo que nos falta, en que los acontecimientos se manifiesten demasiado deprisa, y no con muy buenas intenciones.
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