Que no, que no. No tengo nada en contra de las huelgas. En todo caso, sólo el no procurar servicios mínimos. Además, ayer fui a Madrid, y fue un caos total: el Metro solitario, y los autobuses de la EMT, comiéndose el marrón, y con conductores o chóferes bisoños. El trayecto de media hora, se convirtió, por extraña metamorfosis, en uno de una hora. Es decir, que, además, tomé el autobús a su hora, y llegué más tarde de lo establecido. El caos, extendido por toda la ciudad daba la sensación de gente corriendo de un lado a otro, hasta el punto de dar la sensación de huir de los extraterrestres de Marte creados por H. G. Wells. Sólo faltaban los láseres, y el decorado del Fin del Mundo ya estaba erigido. El regreso fue igual de caótico. Por la huelga, la pluma del Destino, había decidido escribir su propio relato. En la próxima huelga, a lo mejor huimos de Godzilla, quién sabe...
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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