Al parecer, de cada cinco días de sol, nos regalan un un par de días de lluvia. Por lo menos, en el verano que nos ha tocado vivir, y para el próximo, no pasaremos sed. Por lo visto, de la inmesnsa intensidad de la lluvia, durante esos días, acontece una semana de intenso calor, indicándonos que volverá a llover, y comprendiendo que, en todo este fenómeno atmmosférioco, evitará que nos tostemos como cangrejos. Con la salvedad, claro está, de ser fritura de verano, o carne a la plancha o a la BBQ. Es más, deberíamos disfrutar del Sol, que luego, en invierno, nos quejamos del frío ártico, de tanta lluvia, que, al final, nos acaba deprimiendo.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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