Por mucho que Frank Castle se dedique a batallar contra mafias, supervillanos y con los propios superhéroes y mutantes, con constantes enfrentamientos, su humanidad nunca lo abandona. Sabe que puede canalizar su odio para obtener resultados óptimos en la lucha contra el crimen. Pero también reconoce que debe dejar de lado su Diario de Guerra (War Journal), para echar una mano a sus compañeros moribundos. Un ejemplo de ello, es cuando hirieron a Spidey, y lo llevó al hospital más cercano de Nueva York. Por suerte, Frank Castle es un soldado, y como todo soldado, sabe muy bien de que lado está. Otra cosa es que se le trate de psicópata (que no lo es, por mucho que digan), porque ve la justicia como un medio para paliar y redimir el espíritu mafioso y malvado de sus enemigos. De hecho, El Castigador tiene más de un centenar de enemigos, entre ellos Bullseye, Kingpin, los yakuza y tríadas chinas, y ha tenido el valor de luchar con/y enfrentarse a/con Lobezno, demostrando que es un héroe de una pieza, y que no le amedrantan los mutantes, por muy poderosos que sean. Por eso, tildar a Castle de psicópata, es errar el tiro (valga la redundancia), porque, como algunos héroes de la Marvel, es un eterno perdedor, que sobrevive día a día, casi como Rambo, pero con sus propias reglas. Pegar tiros es otra cosa, pero cada uno se busca la vida como puede. El Castigador no eligió su Destino, fue y es un pelele en las manos del mismo.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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