Más cuevas

Munificiencia de la cueva, fijaos cuanto hueco, y lo resbaloso del asunto. Frío en verano, calor en invierno
Tierra oculta y nutricia. Las cuevas. Esos inmensos dormitorios en donde el ser humano decidió resguardarse para evitar a las bestias. A largo plazo, las cuevas no se alquilaban. Vivían en grupo, y siempre con un líder central del Clan. Las cuevas, cuanto más grandes, mejor, porque, además, la tribu crecía, y no necesitaban alquilar nada; pero sí, espacio y hueco. Hasta el punto que podían convivir todos. Incluso en chamán de la tribu, que era algo así, como la enciclopedia de la experiencia de la Naturaleza. Conocía todos los secretos, y todas las respuestas; pero no era muy práctico. Eso lo dejaban a los guerreros, que diseñaban las armas más sofisticadas para la caza, o los futuros artesanos, que diseñaron los platos y algunas vasijas rudimentarias para disfrutar de un buen estofado, cocido o asado. Las cuevas tienen mucho que decirnos. Siempre que haya hueco, claro.