Más glamour que Monedero tiene, no dimite |
Con una tet..., un pie fuera de antemano. Como le han pillado, y las cosas no van como el quería..., con la intención de dar un tiro en la nuca, que vamos, que a Monedero se le han visto las monedas y ya se escuchaban de antemano el tintineo y el tic-tac-tic-tic-tac de su salida. Ya no es tan valiente, pero desprecia a los periodistas. Se calla ahora, lo que ya no se callaba como macho afeminado: Montoro, estamos aquí, no te tengo miedo. Está visto que la gramática de este culto orador fallaba en la disposición del verbo y del plural. A Monedero le buscaba Hacienda por un negocio del que no ha presentado ni los papeles, y se esconde bajo el manto de la pluralidad de los que le palmeaban el camino. Al final, ha resultado molesto, y no comparte vida ni con el Fumi de Morata, muy vallecano él; pero, al parecer, eso de, ya no sigo por mi cuenta, no se lo cree ni el Tato. En realidad, ya molestaba con tanto discurso vacío y de bajuna categoría, insultando a todo dios y vecino, decidiendo que, si no pensabas como él, no merecías su respeto. Un simio intelectual absoluto, de tal manera que, en diversas ocasiones, su discurso se hacía monótono con la misma canción y el estribillo de siempre. Pero no se ha ido, le han echado. Dice que dimite, pero le han forzado, y es para quedar bien, para elevar la cabeza después de un discurso controlador y, casi siempre, fuera de lugar, y que su política es irse por las ramas y dar un rodeo a las respuestas semejante a un novillero que huye para evitar el contacto con el toro; pero el toro se la ha echado encima. Además, es una farsa más, porque ha dimitido, pero, no está fuera del partido...; curioso, porque quien dimite, fuera está. el resto es una contradicción que no la resuelve ni la lógica aristotélica.
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