Arte vivo, muy vivo y soez |
Hollywood, últimamente, ha dejado de ser un instrumento artístico para convertirse en una mala suerte de productos malísimos. Sus películas aburren. Demasiados efectos especiales. Los personajes son huecos y planos, y no aportan nada al espectador, si exceptuamos a los directores indies, que suelen silenciarlos y marginarlos, o que les premian porque no queda más remedio. En fin, que la situación se pone, sobre todo tensa. De hecho, hay películas que me han aburrido, tales como Los amos de la ciudad con demasiada violencia gratuita, y la sensación de que el dinero no ha sido bien invertido. Que narren ficción, pero con bases sólidas como las novelas del siglo XIX.
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