Tiempo que perder, con agrado |
Hay un hecho que es parcialmente cierto: ¿qué sucede cuando se pierde un poco de tiempo? En realidad, no lo perdemos nosotros. Nos lo afanan. Si el tiempo es una unidad que no hemos creado nosotros, sino que se trata de una red que nos ha atrapado (y esto es una información un tanto bizarra), cuando nos roban tiempo, la cuenta se reduce. Y en estos tiempos líquidos, el tiempo horario se confunde con nuestro tiempo personal. Tampoco nos queda mucho. El robo es más que evidente. La Tierra, en formato temporal, no cuenta el tiempo de la misma manera que en el espacio. El espacio va más deprisa, mientras que en la Tierra, nos encontramos frenados, de ahí que, si en el espacio suceden más unidades, en la Tierra, quedamos congelados, o lo contrario. El mayor error que ha cometido el ser humano, consiste en aceptar husos horarios que no necesitamos, y el tiempo es una unidad que no existe. El Conejo Blanco carece de reloj, desde luego.
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