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De frente... |
Me he visto obligado a transformar en privado este blog porque me da la sensación de que la Ley en la Red se está volviendo injusta. De alguna manera, quienes deciden qué es o qué no es, no suele ser arbitrario, sino que su política se ha endurecido por órdenes de otros superiores. Si la Red se convierte en algo fatuo, laico o pizpireto, o en cualquier roce con la moral, ¿de qué o para qué sirve, si se trata de un control más que evidente, y esto es más que un control?
Gran Hermano está presente. Y si las teorías conspiranoicas son reales, es mejor acallarlas, aunque sean públicas. Y eso es la política del silencio con la que tropezamos. Un silencio que es molesto, porque, si matamos al mensajero, la libertad se queda en manos de manipuladores e intermediarios. Y lo privado se queda en nada. Porque quien calla, nada puede comunicar.
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...y dando la espalda |
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