Confíar y temer

Logan no estaría de acuerdo con la caída flagrante y asesina de nuestros derechos. Por una parte, a Logan le sobran razones para que sus derechos, machacados y digeridos por el temor y el miedo, y con el juego político de confíar y temer, sólo llega a una sociedad en donde el individuo es tratado como una pieza más de los mercados. Por suerte, Logan actúa como ha de hacerlo toda persona, y todo héroe que se precie: sale del rebaño. Pero no basta, porque hay Policía del Pensamiento, que decide que se ha de decir o escribir. Logan hace muy bien cuando enseña sus garras de Adamantiun, hasta el punto de conocer muy bien las consecuencias. Nos creemos espíritus libres, cuando es la sociedad aquella que ata al ser humano al progreso, pagando un alto precio por la comodidad. Se pervierte el estado connatural del ser humano, creando nuevos productos de consumo adictivos, basados en el mercado y el beneficio, hasta el punto que ya no puede pensar en ello, ni en el autómata en que se ha convertido. En este caso, para Logan, que es casi inmortal, la supervivencia le preocupa menos. Pero no olvido su filosofía, que se reflejó en la versión de los X Men: Confía en uno. Teme al resto. Pero aquí, en esta escueta frase y eslogan, hay mucho jamón que cortar. Si se teme al resto, tememos a los Otros; si confías en uno, ¿es de fiar ese "Uno"? Surgen muchas dudas, y ninguna se aclara con facilidad. Teniendo en cuenta que el resto y uno, los somos todos, y ni el más tiránico dictador se salva de los ataques de conciencia, a no ser que hayan vendido su alma por un Poder Absoluto que los transforma en asesinos, y dejan de ser individuos, personas y entes vacíos de toda virtud.