Ya dejé escrito que Solomon Kane no funciona del todo como Conan. Son dos tiempos distintos. Conan se enfrenta tanto a dioses, hechiceros y demonios, sin buscarlo, porque sus enemigos quieren y desean su fracaso. Pero como el cimmerio no es tonto, lo arregla a espadazo limpio, y procura buscar la salida sin contemplaciones. En cuanto a Kane, el puritano irlandés, se enfrenta, sobre todo, a la elección que tuvo que hacer, para preservar a la Humanidad de la Maldad o del Mal. ¡Ojo!, que se vió forzado. Renunció al sacrificio de un inocente, cuando le traicionó a quien creía su amigo, un sire inglés, y hasta caballero. Lo dejó bien claro cuando se negó, en el primer relato de la serie, en las novelas y cuentos, cuando alejó el hacha, demostrando que sus manos no se mancharían de sangre, por no doblegarse ante la injusticia de un inocente. Lo cierto es que Howard decidió escribir sobre Solomon Kane, para descansar de Conan. Pero se nota que, en ocasiones, Kane es tan afilado en sus principios como el cimmerio. Incluso, aunque los físicos no sean parecidos (Kane es más delgado, pero musculoso), ambos luchan por la misma equidad, en un mundo poblado por la Oscuridad y la Hechicería, ambos con sus recursos, y lo dejan muy claro. Ahora, hay que definir que se entiende por Mal, en dos épocas distintas, Era Hyboria y siglo XVII. La definición es completamente diferente. La Era Hyboria no es nada civilizada. Necesita de la magia, para funcionar, de las criaturas de dioses crueles, y Conan está ahí, para romperlo, con su filosofía de guerrero bárbaro que, desde luego, no es ético, sino instintivo. Kane, en cambio, se defiende con la religión, el cristianismo protestante, pero desde un prisma igualitario. Conoce su lugar, y su cometido, con un claro vislumbre del Bien y del Mal. Su guerra personal, es una Cruzada. Si lo comprendemos así, veremos que sus duras palabras están justificadas. Kane es, pues, un justiciero y un cazador, o matademonios, y su meta es evitar que la Humanidad sufra los avatares del Averno, y lucha contra nuestras frustraciones, si alguna vez vendió su alma, como en la película, que se ha ocupado de pocos elementos, y se ha inventado otros.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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