Vigilando... |
Las calles de la capital, cada vez, más inseguras. Por mucho que digan que los delitos se están controlando, corren peligro los pequeños, que son más vulnerables que los adultos. Y, sin embargo, la psicosis o la paranoia se apodera de un número, en cada ocasión, más alto de personas, un temor que las subyuga, y que puede traer terribles consecuencias para la convivencia en común. Hay incertidumbre pero, ¿hasta cuándo? Londres soportó a Jack el Destripador, y ahora, una sola persona aprovecha la ocasión para cometer actos repugnantes, mientras las hipótesis no llevan a ninguna parte. Sólo nos queda esperar.
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