Mundos muy pequeños

Usuarias ideales, pero imposibles, por cortesía de Deviantart

Está claro que las redes sociales tienden a ampliar nuestros mundos, pero el grado de acción se ve muy limitado. Por ejemplo, aún utilizando las buenas maneras, el sarcasmo no ha lugar, y entonces, el usuario, que respeta a todos los demás usuarios, se lleva golpes que no ha buscado, hasta tal punto, que la sensación es de una injusticia total.

El mediador se lleva también palos. En ocasiones, el mediador, queda como un paladín, pero nunca como un héroe, y eso que, dicho elemento, no es ni un troll ni un policía, y claro, encima, en ocasiones, se le tiene en menos valor, porque las redes sociales se han convertido en una suerte de universo hermético, pero también en un bar de copas, en donde siempre hay trifulcas, y se ha transformado en una suerte de barrio en donde siempre hay algún que otro conflicto.

¿Vivimos en un mundo más grande con las redes sociales? Creo que no. Nuestro mundo se ha vuelto más pequeño y limitado, pero no soy partidario de las restricciones, sino del buen comportamiento. De hecho, los enfrentamientos verbales, sin conocer al otro, del cual admito que yo también he pecado, cometiendo los mismos errores, me ha enseñado que, desde el respeto, es posible la convivencia, pero hay usuarios a los que es mejor no narrarles nuestras vidas, por seguridad y discreción, porque, si ya te han juzgado sin conocerte, la conversación está de más.