La otra entrada fue un ensayo; aquí, sale Batman

El Caballero Oscuro viéndoselas con un tipos de muy mal apecto y peor cariz, y lo más curioso es que gana este cruzado de la capa, como lo suelen tildar. No es de extrañar que sea mi personaje favorito, porque este superhéroe tiene la plena libertad de ajusticiar y castigar al criminal. Lo único que me da lástima es que un héroe de estas características, sería un delincuente más en España, y un tremendo dolor de cabeza para los mandos de la seguridad y la policía. Después de todo, no es posible saltarse el Código Penal, si no media un abogado. Lo primero que sucede es que el tipo entrará en prisión con, o sin máscara, y que el protagonismo será de los medios y las noticias, carne para la prensa, y una serie de críticas, no muy halagüeñas, para el Caballero Oscuro, que es posible que se salve, porque es ciudadano americano. Porque los americanos, del Norte, tienen la supremacía de lo imposible, lo intocable, y el poder, que es un títere en manos invisibles, de un líder o de un pasado que, en ciertas circunstancias, es bastante reciente y dinámico.