Entradas Universales

jueves, 29 de septiembre de 2011

Strike! STAR-OA-GATE

Kumi Rantarr era el responsable de la Puerta Estelar Oa. Se trataba de un aro que combinaba los distintos sectores que comunicaban con Oa. Si lo destruían el transporte se convertiría en inútil, y los portales de aceleración servirían de poco. Kumi Rantarr permanecía con el anillo extendido y con la Puerta Estelar creada en la mente de Kumi, que el anillo traducía en una realidad. Cuando llegaron los Corps con Strike! Kumi se llevó una desilusión. Había oído noticias de que Strike! era el descendiente directo de Superman; pero, cuando lo vio, no le pareció tan grande como el Boyscout. Y otra desilusión más: para colmo, era español. ¿Hacia dónde había ido el estilo de vida americano? De hecho, Strike! hablaba y comprendía el inglés a la perfección, quizás con un acento un tanto seco, pero musical, cercano al italiano. Pero una cosa le sorprendió más a Kumi Rantarr: su corpulencia. Seguramente pesaba unos ciento diez kilos, de manera que superaba a su antepasado en diez kilos más. Lo que casi le causa una depresión era que el palurdo de Strike! llegaba vestido de sport, y sin ningún uniforme llamativo. Estuvo tentado de cerrar la Puerta Estelar; pero recordó que necesitaban al medio kryptoniano en Oa. Los Corps no necesitaban el Portal, y si lo necesitaba Strike! Sus vuelos de entrenamiento habían sido pocas horas. Llegar hasta Oa, resultaba agotador. La Puerta Estelar estaba para eso. Kumi Rantarr le explicó que sólo debía dejarse envolver por el plasma de transporte, y que la Puerta se combinaría para enviarlo a las coordenadas secretas de Oa (que no eran tan secretas); Strike! penetró con prudencia, sosteniendo el maletín. Kumi Rantarr le preguntó que llevaba en el maletín. "Nada importante", respondió Strike. Kumi no preguntó más. Negarle la respuesta le parecía una insolencia, hasta que decidió que ya se lo preguntaría más tarde, después de cerrar el Portal. Strike! fue arrastrado a Oa; pero Kumi sintió una quemazón eléctrica, tras sellar el Portal, y una risa demoníaca le quemó las entrañas. En el silencio del espacio, no se pudo escuchar el gañido de terror de Kumi, cuando Parallax lo atravesaba con sus agudos ganchos insectoides.

No hay comentarios:

Publicar un comentario