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domingo, 25 de diciembre de 2011

Más de Superman

Lo he estado meditando. Sobre Superman. Al superhéroe le vienen grandes los problemas pequeños. Nunca le veremos arreglando los pequeños roces entre nosotros. Los trabajos que lleva a cabo se relacionan con salvar al mundo, el Universo y a la Humanidad; pero no por separado. Por mucha supervelocidad que utilice, no puede salvarnos de manera individual. Es posible que evite la caída de un operario en Metrópolis; pero, en Madrid habrán caído otros, y no llegará a tiempo. Como vemos, aún siendo un ente de ficción, hasta sus poderes se limitan a lo esencial, que resultan no ser tan prácticos, desde luego. Otra comparación es sobre su origen como héroe o dios solar, al estilo de Balder y Jesús. Por mucho que Superman haya salvado el universo, en su mundo de ficción, la realidad es muy otra. Será un héroe solar, demostrando que es de buen pedigrí y linaje, pero ni siquiera llega a ser Dios, por muchos superpoderes que tenga o adquiera. Hasta Dios, con todo lo ilimitado o infinito que sea, o con toda Su Potencia, la única manera que puede Sentirse es la creación que emana de Él hacia todo el Cosmos de Su Creación. Por eso, el límite lo establecemos, nosotros, los seres humanos, porque Dios será infinito y Todopoderoso, como Superman, o casi, pero ¿puede sentirse en nosotros? Es posible. Si creamos a Superman, porque no crear de millones de maneras a una sola potencia.

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