Un mes para resolver asuntos

Veremos y escucharemos el discurso del Monarca, que lo hará con las gafas oscuras porque se ha aficionado al deporte de caerse por comodidad. Lo más seguro es que se tropiece con las enormes puertas del Palacio de la Zarzuela. Pero, antes, tendrán que resolverse algunos asuntos. Son: el cambio de Gobierno, frenar el paro, y cumplir con las promesas que nunca se cumplen; y que no sea un mes tan pasado por agua por el planeta, que Australia, en lo que lleva de año, se ha inundado ya tres veces. Con el tiempo se transformará en un campo de arroz y calmará el hambre y la inanición del Tercer Mundo. Y las convulsiones de los estados árabes e islamistas que se están dando cuenta de que sus régimenes son obsoletos y trasnochados, y quedan muchos asuntos que arrancan este mes, y que ya se irán viendo. Felices Deseos para las Buenas Personas y los Perros Bravidos.