Alarmas

Quitamiedos pero agarra otras cosas

Siempre pagan el pato los empleados. Aquellos que se encuentran en los círculos superiores, se dedican a ignorar la realidad, que no les importa nada, porque, después de todo, la alarma, ha sido provocada por ellos, y no hay quien se aclare.

Los empleados, sean o no funcionarios, son unos mandados, y los que están por encima, poco les importa si son despedidos, o los culpan por no hacer su trabajo. No me extraña que el terror, por Alcorcón, se haya multiplicado, cuando se trata de una columna de humo, para problemas más grandes de corrupción. En realidad, aún estamos dormidos, y es necesario que nos despierten, por lo menos, a patadas, porque se trata de una treta a escala mundial.

No es nuestro camino. Seamos más sensatos ante el miedo, que es una ilusión, después de todo.