La luz oscura

A merced de la piedad de la pobreza y el desempleo, en pelotas

Este mes que empieza no tendrá piedad con los ciudadanos. Suben la luz y aumenta el paro. De hecho, es increíble que un tipo se acerque, te hable, o te pida permiso para hablar, y te cuente una breve historia de su realidad, y si puedes invertir una pequeña ayuda. La misma historia de siempre. La respuesta la habrá recibido con resignación: no tenemos nada. Y es cierto. Por mucho que los problemas crezcan, es difícil ponerse solidario, porque de esto se ríen los gobiernos. Una nada que, de una manera o de otra, nos engulle a casi todos. Estamos a merced de un sistema que nos destruye, y que no nos sirve.

No pienso vaticinar nada