Creo que hace un tiempo escribí una entrada parecida. Pero me refería con el término a los cruzamientos entre personajes del cómic y su mezcla con otras colecciones, muy en boga en EE UU desde siempre; desde los años 60, para ser más exactos. Ahora la palabra "crossover" ha saltado a la literatura, acompañada de la palabra "pulp" que indica estas mismas obras de consumo en papel amarillo, barato y de mala calidad, pero con historias de calidad manifiesta. Un cross over es una fusión de géneros como la ciencia ficción, la fantasía heroica, el género de terror (horror tales, en inglés, nada que ver con Poe, pero sí, con H P Lovecraft), y suspense o misterio (suspenses tales y mistery tales) que incluía relatos que, ni por un segundo, se acercaban a la novela negra, conocida después. También se los llamaba seriales, y el relato o novela se resolvía por entregas, pero no pasaban de las cien páginas, e incluso menos. No olvidemos que era, y es, literatura de consumo, y ésta, que me parece positiva, prevalece hasta nuestro bien entrado siglo XXI. Por cierto, que hay autores españoles como Casavella que ha resucitado el género. Como ejemplo de pulp patrio, tenemos la Saga de los Aznar, que elevó el género a cotas jamás pensadas, pero muy influido el autor (de cuyo nombre no me acuerdo, lo siento) por los seriales por entregas americanos. Esto demuestra la salud de nuestra literatura.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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