Otra manera de llegar al Cielo, pero limitada, es material |
Las novedades son siempre atractivas, pero el límite no es tal. La sociedad de consumo en la que vivimos nos está aislando a los unos de los otros, y nos está separando, de tal modo, que nuestra individualidad la controlan otros. Si alguien ha visto la película Demolition Man, puede llegar a comprenderlo. Un caudillo extremista que decide incorporar un chip de comportamiento social, para desarrollar habilidades que no teníamos, pero que también es un mecanismo de control, hasta tal punto que, en ocasiones, cuando la situación lo requiera, nos atraparán, detendrán, o nos arrebatarán nuestros ahorros, así, por las buenas, porque no desean que haya más personas que obtengan beneficios. Somos libres como personas individuales, pero eso ha funcionado desde los Césares, o el Rey Sol: la máxima: Todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo: y así estamos. Todo lo hacen sin contar con nosotros.
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