Lo que se me olvidó al empezar este último mes del blog

Y eso es muy sencillo. Se me olvidó hacer un repaso de todo el año, es decir, un balance sobre todo el año, e informar que lo escribo desde casa, toda una hazaña, sin prisas con, señera y serena, tranquilidad. Ciertamente, el Mago Martin-Martin, me aconsejó escribir breves entradas; pero, no suelo seguir los consejos, porque, a la hora de escribir, lo hago con plena libertad, sintiendo lo que escribo, con el alma, hasta la raíz, y, ahora que lo escribo desde el hogar, mayor razón para continuar escribiendo, sobre mis sentires, y mis chorradas. Tampoco espero que me lean, y este año, en este último mes, he incorporado un recuento de visitas numeradas, y por lo visto, me leen. Gracias, es posible que no diga nada interesante, pero no depende de mí. O como dejó el solista de Extremoduro, cuando acaba el concierto: nos volveremos a ver, cuando os salga de..., (palabra malsonante, que prefiero censurar); y es cierto, depende de aquellos que lo leáis, mas continuaré escribiendo, porque, si no lo hago, se me va la vida, como dejó escrito un poeta. Y si no lo hacéis, tampoco pasa nada. De blogs está el mundo virtual lleno; pero, Códice Universal, El, sólo hay uno, a pesar del Códice del mismo nombre de la Generación 4.4; que nada tiene que ver con este, y no son, ni hermanos, si acaso, este es el bastardo, pero muy libre, porque es el autor quien decide y se apremia, para ser leído o ignorado.