Buscando licencia en lencería |
Esas horas recuperadas a la lectura, y a la escritura. Horas que, por lo menos, sirven para algo más que pasar el rato. Esas horas que, en cierto momento, nunca se acaban, pero cabe la posibilidad de que, algún día, ya no se puedan recuperar más porque quien suscribe estas palabras ya no estará. Otro ocupará su lugar. Se trata de una licencia poética, claro está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario