Sí. Eso parece. Pero nos han tocado unos controladores que prefieren que al comunicarnos, se nos tergiversen los mensajes recibidos, nos enfrenten, y se acabó la poesía. Claro, en ciertos casos, o en muchos, lo hacen para que no nos demos cuenta de las personas que somos. Y de eso, los culpables son los telediarios, que se proponen aburrirnos con las mismas noticias durante una semana o más, y no nos desprendemos de esas noticias, ni cuando se nos ha acabado la atención.
Pero prefiero, por lo menos, que la comunicación entre nosotros y la sociedad, y no los controladores, es la clave para que no seamos víctimas de cosas peores. Porque somos las víctimas, incluso de nuestras propias palabras.
Pero prefiero, por lo menos, que la comunicación entre nosotros y la sociedad, y no los controladores, es la clave para que no seamos víctimas de cosas peores. Porque somos las víctimas, incluso de nuestras propias palabras.
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