Observando el trabajo |
Está comprobado: si utilizas un pincel, el trabajo manual es más seguro; pero, cuando aún así, no lo utilizas, los dedos tienden a pegarse en el folio, y lo peor no es eso; lo peor es que el folio sale perjudicado, las fibras del mismo se ablandan, y resulta un trabajo perdido. Pero es posible arreglarlo. Con la cola de pegar, que suele estar fabricada en Valencia (porque comercia con las tiendas chinas), no expongo que la cola sea de mala calidad, sino que es fácil de evitar dichos errores, si se utiliza agua como disolvente. El problema se acaba enseguida, y es una suerte.
Poco después, es posible retomar el trabajo, y como la cola adhesiva no es muy fuerte, entonces es posible eliminarla, con cierta delicadeza, con agua, y problema resuelto. Y más suerte hay en la espera, porque, a la hora de pegar los folios, es mejor, desde luego, hacerlo con paciencia. Después de todo, Roma no se construyó en una hora, ni se reconstruyó en tiempo récord, cuando Nerón se volvió loco, y decidió quemar Roma, en un Imperio Romano decadente. Pegar folios por los laterales es menos traumático, y más saludable.
Poco después, es posible retomar el trabajo, y como la cola adhesiva no es muy fuerte, entonces es posible eliminarla, con cierta delicadeza, con agua, y problema resuelto. Y más suerte hay en la espera, porque, a la hora de pegar los folios, es mejor, desde luego, hacerlo con paciencia. Después de todo, Roma no se construyó en una hora, ni se reconstruyó en tiempo récord, cuando Nerón se volvió loco, y decidió quemar Roma, en un Imperio Romano decadente. Pegar folios por los laterales es menos traumático, y más saludable.
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