Puedo escuchar el ajetreo del Mercadillo de los Sábados desde mi casa. No necesito buscar historias, porque ya son historias de cada vendedor y de cada cliente. Hace un día frío, perseguido por la aguda insistencia del tiempo atmosférico, que va empeorando, o mejorará, según las previsiones. Es un día tranquilo, para algunos, que, en todo caso, dicha tranquilidad se convierte en tragedia. No todos los Sábados son mediocres, depende, más bien, de la capacidad de observar y ver como transcurre el día. Lo describo desde mi observatorio personal, en el escritorio de mi casa. Alguna belleza camina por ahí, pero se me ha escapado.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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