Superman llegó a nuestro planeta con una responsabilidad añadida. Según los documentos históricos sobre Kal-El, que significa, en hebreo kryptoniano, "La Voz de Dios", su nave se accidentó en el campo de cultivo de los Kent, en Smallville, en el año 1938. Después ha tenido diversos origenes: en 1948, 1961-2, 1984, en donde el guionista y dibujante John Byrne, restauró la llegada original de este alienígena a la Tierra. Pero regresemos a las responsabilidades.
Kal El es educado por los Kent, y por su padre kryptoniano, Jor El. Aprende los valores morales y actua en consecuencia. Sabe, cuando crece, que sus poderes no son de recibo, que conlleva una serie de deberes, y que, de los mismos, dependen las vidas de todos los seres humanos que la habitan, y que un mal manejo provocará que renazca el Caos. Kal El se sabe peligroso, pero ama a los humanos. En especial a Lois Lane, y se reconoce que tendrá que tomar decisiones "porque no podrá salvar a todos"(palabras de su amigo Oliver Queen, Flecha Verde); pero Kal El ya lo sabía, y vuelve a reconocer que tiene un molesto talón de Aquiles, en donde, por lo visto, le hace más vulnerable que la propia kryptonita. Por cierto, que este mineral existe en la Tierra, pero no verde, y con la misma composición. Alguna macabra broma del Arquitecto Supremo, que le gusta tomar el pelo a los humanos.
Pero Kal El no se queda atrás. Smallville es su pueblo adoptivo, y su cuartel de operaciones, y en donde se inicia y madura como héroe. De todas maneras, Kal El, que siempre ha sido Superman, comprende que, ocultar su secreto provoca la muerte de sus amistades y conocidas cercanas. Lo cierto es que Kal El lleva el peso del mundo, como un auténtico Atlas; pero Atlas medía unos diez metros de altura, y era más fornido, porque el peso de la Tierra, como buen Titán, fue su castigo. Poco importa como se modifica el origen del héroe kryptoniano. Lo que importa es la esencia. Superman no sólo pertenece como símbolo al "american way of life", sino que, les guste o no, no es un símbolo imperialista, no del todo. Es un dios solar, y pertenece a todos, al mundo. Después de todo, los responsables de nuestros males somos nosotros. A vueltas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario