Así es. Nacemos, y no sabemos, mientras crecemos, en qué lugar nos estamos metiendo. Al principio es todo oscuridad, pero se va aclarando, con los días con el sol semejante a una yema de huevo, y resulta que nuestro destino es seguir, hasta el final. Y cuando llega el final, es posible que el guión no se haya escrito, o esté a medio hacer. Y nos queda una vida a medias. ¿Se completará con otra vida, en la nueva encarnación?
Pero eso es el misterio. Hay personas que llegan al final, y otras que se quedan en el camino, pero la vida es así. Y la muerte. Pero estoy seguro de que nadie ha podido definir la muerte. Porque sólo está allí quien la siente.
Y la Tierra sigue girando.
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