Cuando la confianza es un fraude

Expuesta por el Poder

Si seguimos confiando en quienes nos gobiernan, de Málaga vamos a caer en Malagón muchas veces, y la sartén estará caliente, y con ascuas que dañan nuestra libertad. No es posible que nos fiemos de todos los políticos, pero sí, de unos cuantos, que suman un puñado escaso de políticos honrados, hasta que meten mano en la saca, a nuestra desnudez, tentados de robarnos, aprovecharse de nosotros, y de beneficiarse de los servicios que no nos prestan. El caso es que se trata de que, en muchas ocasiones, nos encontramos en desventaja. Excepto cuando obtenemos el poder de no votarlos. Por lo menos, no somos los objetos tal cual nos tratan. Se olvidan de los sujetos, y no estamos dispuestos a que, de alguna manera, siempre nos quiten la ropa, y que mostremos nuestras intimidades, cuando los políticos acaban por despojarnos de todo.