Vueltas y más vueltas sobre el tema más antiguo del mundo

Es el después del antes, y del después del después

¿Cuál es el tema más antiguo del mundo? Bueno, hay muchos; pero siempre se resumen en uno, y siempre el más importante, que solemos olvidar, pero que nos permite vivir todos los días y convivir. No voy a ser claro, de manera que me expresaré en enigmas, que así, el misterio queda relegado al subconsciente de los inconscientes. El tema tiene la fuerza y la longevidad de no acabar nunca. En su momento, Platón escribió sobre el mismo en El Banquete y, por cierto, que acertó de lleno, y luego, ya no volvió a desarrollarlo. Mal asunto, porque el tema es universal, y siempre y nunca está en la boca de todos, y nunca se agota. Hasta las religiones lo explotan, lo masacran, y lo moldean a su gusto, que también se utiliza para vender productos que, desde luego, no son del todo referencias del mismo. En este tema se ha de pedir, pero ofrecer.
Stendhal, este escritor alemán, lo definió muy bien en unas cuantas novelas, y eso que, como persona, era bajito y algo feo, pero inteligente. Y los feos saben mucho de este tema, y están infravalorados. Pero escritores como Sade, lo deforman, lo ensucian, y aún escribiendo sobre este tema, no deja de ser ese mismo tema, pero en el sentido físico.
Y se dan vueltas y vueltas, y no se agota. En eso estriba su ventaja. Pero estas líneas enigmáticas me cansan, y lo suelto aquí, pero lo dejó para otro día.