Ante lo imposible |
Lo imposible, sí. Años de estudio social, tras un cursillo en un CRPS, que duraba un mes, conocido como relaciones sociales, con sus interacciones, hasta tal punto, que todo acaba en el desastre más nimio, y más complejo de una incomprensión total, por parte del usuario. Claro, la realidad no es complicada, son las situaciones. O se extraen conclusiones en las que, de una manera o forma abrupta, uno acaba por darse cuenta de que en unas cosas va bien, el comportamiento es correcto, pero en otras, la situación cambia, se tuerce, y uno se pregunta: ¿he quedado como un torpe? Y, claro, son situaciones en las que es imposible viajar en el espacio-tiempo, al pasado, y corregir, y eso es imposible, porque en su momento, ese valor se esfumó, sea por temor a cometer un error, o una falta, o al darse cuenta de que la farsa está presente. Y eso irrita, y al mismo tiempo, las fuerzas superiores se ponen a jugar con uno, en una partida que es bastante molesta. Los dioses son crueles, desde luego.
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