¿Qué friki de los cómics no ha soñado con Psylocke, de X-Force, así? |
Rarezas hay en este mundo y en todo el Universo, perdón, en todos los Universos. Los gustos extravagantes no son peligrosos, pero sí curiosos, incluso en el arte. Artistas de todas las artes, es posible que tengan sus manías, pero eso no explica nada. Goethe, a la hora de escribir, siempre tenía una manzana podrida en su cajón del escritorio, para inspirarse. Es un recurso extravagante. Podría haber guardado una pata de conejo, o un cadáver de algún roedor putrefacto y degradado, y ya no sería extravagante, sino macabro. Oscar Wilde solía vestir con colores chillones, a la hora de dar sus conferencias por los Estados Unidos, era un dandy, y le gustaba dar la nota. ¿Extravagante? Quizás. Uno se pregunta si esos excesos le hicieron pasar momentos difíciles, pero eso no significa que fuera una mala persona. En realidad, ser extravagante indica inteligencia, pero hay extravagancias que caen el descrédito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario