Escuchando la historia sumeria de la Creación, y de la Batalla de los Dioses, me preguntaba si, según la teoría de Sitchin, de que un planeta colisionó con la Tierra, formándola y deformándola (porque, según las Tablas Sumerias, la Tierra era un planeta de agua, todo agua, no como en la Biblia, que ya se formó con todo), me cuestionaba si los nombres divinos, de esos seres de las estrellas, no serían inventados. Se supone que la Historia oficial empezó hace 445.000 millones de años. Sólo porque el inconsciente de nuestro Sol, según las tablillas sumerias, desvió un planeta que venía de otra órbita. La teoría, si es verdad, es demasiado fantástica, y demasiado increíble.
Al parecer, el desvío provocó la colisión entre Tiamat, un planeta al lado de la Tierra, más grande, y se armó la de Dios, con perdón, es Cristo. Tiamat colisionó con la Tierra, se partió en dos, y se formó el satélite conocido como Luna. Más fantasía, sin duda. Las tablillas sumerias dicen las cosas muy claras; pero, ¿hasta qué punto?
Em fin, es agradable saber que la Tierra fue un planeta de agua. Es posible que, si eso no hubiera sucedido (y, oficialmente, es así) nuestra Historia hubiera sido distinta, y la escribiríamos nosotros, y no otros seres que tratan de manipular nuestra Historia y acontecimientos. Podemos culpar al Sol, por un error gravitatorio, pero nada más. Y es posible que no fuéramos humanos.
De todas maneras, nombres como Enki o Enlil, o An.Shar.Gal pueden ser inventados, o aproximados, porque es cierto que no conocemos los nombres auténticos de estos supuestos seres tecnológicamente avanzados. Pueden llamarse de cualquier manera. Los nombres antiguos significan siempre algo, y dudo que fueran reyes en su planeta. Quizás líderes, con una cultura avanzada, pero chocante, y seguramente, tenían televisores en sus casas, ordenadores, armas y la capacidad de viajar a través del Tiempo. Esto es para plantearse hechos que necesitan pruebas, Las hay. Pero más pruebas sólidas.
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