Países com Egipto, Siria y Libia han llegado al colmo de las crisis políticas y económicas que sus propios gobernantes han enfermado a sus respectivos pueblos. La comunidad internacional se ha puesto en movimiento, y ha logrado empeorar las cosas. No hay arreglo, pero sí mucho estropicio de civiles que, hasta este punto, el rumbo de esas mismas cosas, parece el erróneo y estar equivocado. No se arregla una crisis económica con un régimen que se pasa la vida diezmando civiles, del mismo modo que no se puede hacer una tortita con huevo (ya que no sería una tortita, sino un crêpe), para amalgasto del huevo y del mal cocinero. De la misma manera, los regímenes han decidido castigar a sus pueblos-con la misma idea, de común acuerdo- en acabar con la llorera de la población, que está en su derecho. Después de esquilmar al pueblo, arrebatarle su libertad, provocar paro y un largo etcétera, no queda otro remedio que pensar que cada líder autoreconocido, ha decidido exterminar a las molestias que él mismo se ha provocado. Tanto como curarse un grano con cal o ácido corrosivo. Desde luego, los que pierden son los civiles. Ya está bien. Luego dicen eso de quejarse al mundo occidental (que nos llaman infieles) cuando se han dado cuenta demasiado tarde de que su política está mal planteada. Cosa suya. No sé.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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