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viernes, 29 de abril de 2011

Thor, Vencedor Proclamado

Lo escribo por la dirección de la cinta de Kenneth Branagh, actor y director forjado en Shakespeare. Aplaudo a la elección de los actores, en donde brilla con una magnitud superior, porque nadie lo eclipsa, Anthony Hopkins en el papel de Odín, Padre de Todos. Hopkins enseña una lección de interpretación, en donde se le ve muy digno. Chris Hemsworth, en su rol de Thor, lo hace creíble; lo que es más absurdo para mí, es que lo desterrara el propio Odín a Midgard (La Tierra), por un asunto de orgullo, y lo que es más grave, y que, en la película, uno aún no se lo cree: muestra a un dios egoísta y orgulloso. Thor nunca fue egoísta, por lo menos, en el cómic, ni tampoco soberbio, pero si se hizo miembro de Los Vengadores, se debió más bien a un servicio a la Humanidad, que su propia soberbia. A Loki, lo han transformado en hijo de Odín, pero adoptado, porque su pasado, cuando era un bebé, era y es, un vástago de los Gigantes del Hielo, una tierra llamada Jotunheim, que, en la mitología nórdica es algo así como un lugar helado, desolado y de retiro. Por suerte, Kenneth Branagh, ha logrado una agilidad en la dirección y de planificación de imágenes, en donde cada secuencia es un regalo para la vista. La película gana, merced a los efectos especiales, que, tanto en los 90, como en los 80, que fueron los años en que se versionaron dos fallidos intentos de trasladar a la gran pantalla, al personaje (sin barba, dicho sea de paso) y que pasó por ellas, sin pena ni gloria-de video a televisión-; pero Branagh ha reconocido al personaje, y lo ha transformado en una semitragedia shakespeariana. Sin embargo, estoy seguro de que Branagh no ha leído ningún cómic del Poderoso Thor, y eso se nota, porque su visión es bastante práctica, y aquí, los dioses nórdicos se muestran tal como son, seres pertenecientes a una supercivilización. Natalie Portman, he de reconocerlo, algo floja. Parece haber olvidado que trabajó en Star Wars, pero la película fascina por su estética visual. Pero, si me dan a elegir, me quedo con Anthony Hopkins. Lo del destierro es otro asunto. En el cómic no lo desterraron, descendió voluntariamente. A Kenneth Branagh le gusta mucho el drama y la derrota, y se ve en la película, cuando Thor no puede arrancar a Mjolnir de la base del cráter. Admito que la película es sorprendente, y se está preparando una secuela. Para no perdérsela.

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