Entradas Universales

miércoles, 29 de enero de 2014

De la naturaleza de todos, y aclarando algunos puntos anteriores

Deseo aclarar algunos puntos sobre las palabras de Aristóteles respecto a la existencia del alma. Yo estaba equivocado; pero sólo parcialmente. De manera que abro mi cuaderno, y me dedico a corregir ciertas irregularidades que he cometido en el momento de exponer mis hipótesis. En realidad, en la Filosofía, las hipótesis son numerosas, porque cada filósofo ha creado su propio sistema filosófico, a partir de los anteriores. En ocasiones, completan el sistema anterior y, en otras, lo defienden, o lo deslegitiman, que es lo mismo que dejarlo de lado.
Porque los filósofos también se equivocan.
Porque los filósofos son humanos, y nada les es ajeno.
Porque los filósofos están ahí para responder el por qué de ciertas preguntas, y tienen todo el derecho a equivocarse.
Porque los filósofos son mortales, y nunca se toman en serio a los dioses (grecorromanos).
En fin, que según Aristóteles, el alma se encuentra incompleta sin el cuerpo, y ambos se completan. Mi hipótesis no coincide. En realidad, se complementan, pero estoy seguro de que ningún filósofo ha visto un alma, o la ha descrito, si quitamos a los místicos, ocultistas y espiritistas. Los dos últimos, claro está, ven lo que los humanos vulgares no vemos u olvidamos; pero los espiritistas ven manifestaciones de fantasmas o espectros, que no son, desde luego, almas homologadas o con marca registrada. Imposible.
Los ocultistas saben que son manifestaciones, pero no son almas. Sólo los envoltorios de la misma. Claro, los filósofos sólo pueden racionalizar, porque para los filósofos, el alma no se manifiesta en los sentidos, porque es espiritual, pero no pueden definirla, porque no es posible definir aquello que no se puede sentir o tocar o se materia. Pero eso no significa que no exista.

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